Uno puede empatizar mucho y llegar a entender -o al menos intentarlo- que por diversas circunstancias esa Ciudad Deportiva de la UDA que el propio club anunció como "una realidad en el segundo semestre de 2014" en septiembre de 2013 no tuviera ni lugar de construcción. Lo que es inadmisible es la mercadotecnia de la entidad almeriense en cuanto a ropa y accesorios se refiere, partiendo de la base de que no hay ningún departamento exclusivo del club a diferencia de otros equipos que militan en la LFP. Plausible es ese conjunto de la Liga Genuine. También la creación del femenino. Sin embargo, el Almería no se puede permitir esa dejadez de ropa y accesorios, algo que lleva pidiendo la afición desde hace más de una década. De hecho, más que conocida es esa camiseta naranja de la 07-08 con el escudo torcido en el escaparate de un comercio del centro. Al mismo comercio fue este periodista para realizar un regalo. Los productos se limitaban a las elásticas de juego, puesto que de la de entrenamiento, del polo y del chándal sólo había tallas sueltas. En la tienda online sólo se pueden adquirir las tres camisetas de este curso, la de entrenamiento, una sudadera, una bufanda, una taza y un balón con un escudo que no es oficial (esto es de traca). Bueno, por suerte, el balón está agotado, aunque tendría que investigar Iker Jiménez quién ha comprado esa barbaridad. ¡Ni pantalones venden! Si no se pueden adquirir pantalones, como para pedir mochilas, boteros, bolsas de deporte, chubasqueros, paraguas, chanclas, toallas, monederos, gorras, chupetes, puzles, maquetas del campo, pósters, sábanas, cojines, vasos y un largo etcétera. Al final uno se cabrea y acaba comprando una camiseta del Barcelona (con más visibilidad en el escaparate que los pocos productos del Almería) y reflexionando por qué no existe una tienda del club en condiciones. Y en el centro. Y que abra los sábados.

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