Demasiadas certezas para una incógnita

Como si de un niño tras una bronca de su madre se tratase, el Almería ha dejado lista la cama, ha metido toda la ropa en el armario y tiene su dormitorio en perfecto estado de revista. Todo marcha, todo parece funcionar después de superar el primer traspié de la temporada. No será el último, pero el ascenso solo pasa por pasar página lo antes posible de estos momentos de incertidumbre, situación propiciada por varios nombres propios. Nelson y Federico, Monte y Bonini, el matrimonio perfecto. Aquel que nunca se pelea y siempre tiene un plan para el fin de semana. Baba, el amigo de toda la vida. Puede estar fuera varios meses, pero sabes que va a cumplir las expectativas cuando aparezca por esa puerta. Arribas, ese amor de verano. Caes rendido a sus pies y nunca decepcionado. Baptistao y Embarba, tus colegas del fútbol. Diversión en el terreno de juego con ese aroma romántico de un pasado que nunca volverá. Lopy, la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro. El protagonismo. Hasta volviendo de lesión y apareciendo en el segundo tiempo te regala un gol y es capaz de robarse todos los focos. Un repaso a la agenda de contactos, ¿pero todo es tan ideal? Casi. La baja de Álex Muñoz implica que Centelles sea titular. Esa va a ser la gran incógnita del Almería en Córdoba. El valenciano tendrá que dar un paso adelante y callar bastantes bocas en su regreso al once inicial. El Zaragoza lo buscó en repetidas ocasiones el pasado fin de semana y no será menos en el Nuevo Arcángel. Blanco o negro. El que quita las luces de una discoteca o el que te invita a otra copa. Puerta grande o enfermería. Demasiadas certezas para una incógnita.