Y ¿ahora qué? Esta será la pregunta que seguirá a la victoria inevitable y necesaria sobre la AD Alcorcón, colista descendido con 54 puntos menos que la UDA, que confirmará el cuarto ascenso a Primera en la historia del fútbol almeriense y tercero de este siglo tras los de 2006/07 y 2012/13, con Unai Emery y Javi Gracia. El tardío horario del partido, retrasado a las 22:00 horas, aplazará la celebración al día siguiente, domingo, porque los fastos de día lucen más que en la penumbra de la noche y hay motivos sobrados para festejar este subidón. El club entrará en otra dimensión y abrirá sus puertas a otra etapa en su historia. El Teatro de los Horrores, modesto y básico, dejará paso al Teatro de los Sueños, en versión almeriense. Nada o muy poco será igual. La ilusión ha tomado asiento desde la llegada de Turki Al- Sheikh y se renovará aún más en Primera. El campo se ampliará y presentará otro aspecto, más modernista y funcional, y la plantilla se renovará necesariamente. Será todo un salto hacia adelante. El fútbol es algo más que 22 jugadores corriendo en pantalón corto detrás de un balón. Es una unidad de medida. Así, en el Reino Unido, inventores de este deporte, la presencia de una o varias catedrales y la de un equipo en la Premier son elementos diferenciadores entre una ciudad grande y una gran ciudad. El fútbol es un agente económico y Almería se beneficiará del regreso de la UDA a la élite. En 2013, la Cámara de Comercia de Almería evaluó en 20 millones de euros el impacto económico del último ascenso de los rojiblancos, entre los gastos en hostelería, comercio y restauración, el efecto económico indirecto y el alcance mediático. Aquella estimación ha de ser objeto de revisión, una década después. La era moderna ha llegado.