Análisis

txabi ferrero

La costumbre

Ganar es difícil y hacerlo siempre es algo extraordinario, fuera de serie

El desempleo no encierra nada positivo. Pero lo peor del drama social de no tener trabajo, bajo mi modesta opinión, pasa por acostumbrarse, bajar los brazos y entregarse a su suerte sin rebeldía. Una cosa es estar parado, otra desamparado y una tercera es dejar de encontrar extraña esta anómala situación. El encabezamiento es de aplicación a la UDA, pero en sentido inverso. Los rojiblancos, con 13 victorias de 17 posibles, las últimas siete de forma consecutiva, han adquirido la costumbre de ganar. Ganar, ganar y volver a ganar y ganar. En eso consiste el fútbol según el catecismo de Luis Aragonés. Es lo ideal, pero ocurre que no es lo natural y aún más en Segunda División, una categoría donde el poder -entendido como capacidad física- prima sobre el saber del propio juego. Ganar es difícil y hacerlo siempre es algo extraordinario, fuera de serie y ordenación. Y luego hay formas y maneras de alcanzar el éxito. Como si del estribillo de una canción se tratara, ya se han dejado oír las primeras voces de quienes creen ver arbitrajes a la carta y proclives a los intereses de la UDA, por las decisiones de los dos últimos partidos. En Ibiza, la mano y el penalti lo fueron. Y frente al Valladolid, Óscar Plano arriesgó demasiado y sin necesidad en el centro del campo, superó lo tolerable y se fue antes de tiempo a la ducha. Los de Rubi son un líder legítimo, justo y merecido. Pero la guerra del discurso la tiene perdida contra quienes creen ver favores arbitrales. Esa percepción se repite en cada Liga. Es todo un clásico, todo un tópico. La periferia del fútbol ha perfeccionado el "critica que algo queda", muy dado en política, y lo cierto es que este periodista no acaba de acostumbrarse. PD: La ola mexicana se hace con la victoria en el bolsillo y no con 2-1 a falta de media hora para acabar el partido.

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