El Íbex 35 avanzó un 1,34% en agosto, después del desplome del 5% sufrido en julio, aunque eso no fue para terminar por encima de los 7.000 puntos un mes marcado por los avances en la vacuna contra el Covid-19, el inicio de una segunda oleada de contagios y la caída del sector turístico.

El selectivo sufrió un desplome del 2,29% en la sesión bursátil de ayer pese a haberse acercado a los 7.200 puntos en los primeros compases de la jornada. La apertura bajista de Wall Street y el mal comportamiento en Bolsa del sector bancario lastraro al Íbex 35, que ha cerrado finalmente en los 6.969,5 puntos.

Sólo cerrraron la sesión en positivo Arcelormittal (1,26%), Grifols (1,02%), Naturgy (1%), Red Eléctrica (0,88%) y Siemens Gamesa (0,76%). Por el contrario, las mayores caídas las presentaron IAG (-6,38%), BBVA (-5,65%), Santander (-5,06%), Amadeus (-4,35%), Repsol (-4,06%), ACS (-3,3%), Bankinter (-3,28%), Bankia (-3,12%), Meliá (-3,04%) y Caixabank (-3,03%).

Las principales plazas europeas también se desinflaron a lo largo de la sesión, anotándose pérdidas del 1,11% en París, del 0,67% en Fráncfort y del 1,04% en Milán, mientras que la bolsa de Londres permaneció cerrada.

En el mercado de materias primas, la cotización del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, se situaba en 43,12 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia para Europa, cotizaba en 45,94 dólares.

Por su parte, la prima de riesgo española rondaba los 79 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,403%, mientras que el euro tocaba máximos frente al dólar y se intercambiaba a 1,1955 billetes verdes.

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