El escándalo en el que está sumergido el fútbol femenino, el enésimo de esta Federación de Rubiales, ha alterado a quienes están deseando denostar este deporte. Los que se sobresaltan cada vez que las jugadoras piden mejoras laborales, como si de verdad se creyesen futbolistas. Esos que te aseguran que marcarían más goles que cualquier delantera profesional o los que te mandan un vídeo riéndose de que en no sé qué país un combinado de mujeres perdió contra un equipo de niños de diez años. Porque, para buena parte de la sociedad -en su mayoría hombres, faltaría más- no saltar con el fútbol femenino es quedarse a medias. Saben que necesitamos su opinión, su cordura en este mundo tan políticamente correcto. Y, para que los entendamos, es su deber comparar. Comparar lo es todo. Porque a ver cuándo se ha visto que en el fútbol masculino se hayan usado prácticas así para echar a un entrenador. Nunca. Los futbolistas jamás han empleado triquiñuelas cuando han estado descontentos con un técnico. No le han hecho la cama. No han usado a periodistas para filtrar informaciones. No han ido a reunirse con su presidente para chantajearlo. Sin embargo, estas ególatras mujeres quieren arrebatar su trabajo a un pobre seleccionador. Porque qué más da que sus formas hayan sido limpias, agotando primero el diálogo privado y, más tarde, mandando un comunicado respetuoso a la Federación. No importa, tampoco, que esta petición sea a nivel colectivo, y no fruto del capricho de un peso pesado o del descontento de dos suplentes. Capitanas, titulares y menos habituales unidas. No se tiene en cuenta, por supuesto, a las jugadoras que han denunciado cómo este señor las trata con despotismo, minando su salud mental, esa cosa de débiles que se han inventado ahora para justificar tonterías. Antes, ya saben, en este país se podían propinar todo tipo de insultos y no pasaba nada. Ahora le damos una importancia supina a nimiedades. Incluido al fútbol femenino. Que dejen de molestar. Pero no precisamente ellas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios