Ff estuvo el lunes en Los Cármenes viendo el Granada-Elche, que cerró la primera jornada de la segunda vuelta. El partido fue televisado, pero el zapillero prefirió verlo en directo pese al viento y el frío que bajan desde Sierra Nevada al estadio nazarí. Hay detalles que sólo se pueden advertir como espectador y no como telespectador. Y vio el encuentro en la compañía de Lucas Alcaraz, según se pudo ver en un barrido por las gradas de las cámaras de Gol T. FF y Lucas encarnan dos realidades opuestas. El almeriense, con 38 años, ha dirigido 31 partidos en Segunda. Mientras que el motrileño, con 14 años más, suma la friolera de 729 partidos en su amplia hoja de servicios. Es el séptimo técnico en activo con más partidos dirigidos entre 1ª, 2ª y 2ªB. Está a dos de Txutxi Aranguren (DEP) y a 31 de los 770 de Jabo Irureta, cuarto del ránking. FF nunca ha ocultado su respeto y admiración por Lucas, al que considera un referente y le une una amistad más allá de la profesional. Uno se lo puede suponer, pero nadie sabe de lo que hablaron ni cuáles fueron los comentarios que se intercambiaron. Pero a nadie se le oculta que la UDA estuvo presente.

Lucas, un tipo con mucho cuajo, felicitó a su homónimo por su buen gestión grupal y la marcha del equipo en la clasificación, a buen seguro. Y FF no perdió la ocasión de lamentarse por la tiranía del resultado que ha conducido a Lucas al desempleo. Es el sino de todo entrenador, un destino indeseado pero inevitable, y muy democrático que afecta a todos por igual, aunque con derivaciones opuestas.

Porque una cosa es estar parado y otra desamparado, y no es lo mismo estar parado que estar quieto. Lucas, un animal de los banquillos como Javier Arenas lo es del escaño, volverá a escena el próximo curso. No lo duden. Al tiempo.

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