Dudas y certezas

La comparecencia de Mohamed El Assy ante los medios el pasado miércoles se saldó, paradójicamente, con las mismas dudas que certezas. El máximo responsable de la UD Almería en la provincia ante la ausencia sistemática del presidente dejó claro, en una de las dos preguntas –apenas se le formularon seis en toda la rueda de prensa- que le lanzaron los miembros del club, o sea, sus propios trabajadores, y en las que se recreó ampliamente, cómodo, como si las esperase ansiosamente, que no piensa hacer ni un ápice de autocrítica. Tildó a los centrales más goleados de la categoría como los mejores de Segunda, se enorgulleció de las ventas sin sustitutos de Montes o Ramazani y se contradijo, primero, sosteniendo que todos los entrenadores alababan esta plantilla como prueba inequívoca de que era una de las más preciadas de la liga y, después, criticando que los futbolistas están mostrando un exceso de confianza debido a todos los elogios que reciben. El Assy dejó muy en el aire el inicio de las obras de la ciudad deportiva y dio carpetazo a una intervención en el estadio a corto plazo, dejándonos a la mayoría con la seguridad de que lo de los campos de entrenamiento va para largo y de que es muy probable que la concesión del Estadio Mediterráneo expire en 2027 al no haberse eliminado las molestas pistas de atletismo. Así pues, entre medias verdades, mensajes que no se dijeron y situaciones controvertidas, brotó la certeza de que la directiva está tranquila con su labor y de que, lamentablemente, todo seguirá igual. Esto es, con uno de los peores estadios del fútbol profesional, unas instalaciones impropias de un club de élite y una situación deportiva preocupante que amenaza con empeorar si el equipo no logra ascender. Y, para colmo, con periodistas vetados a las puertas del recinto. Las dudas que genera la actual situación del club y la certeza de que nada va a cambiar. Pura UD Almería.