La última derrota contra Osasuna y el resto de resultados han convertido a la UDA en un equipo equidistante. La chavalería que gestiona FF está a la misma distancia del cielo y del infierno. La última plaza del 'play off' de ascenso y la primera que conduce a su titular al descenso a 2º B están separadas por 8 puntos, dos victorias y dos empates, entre otras posibilidades. Esta puntuación no descarta a los rojiblancos de la lucha por recuperar su sitio en Primera. Como tampoco le aleja de la posibilidad de pelear por no perder la categoría como en las tres últimas campañas. La distancia es la que es, ni mucha ni poca, ni superable ni imposible. Los datos tienen estas cosas: son fríos e insensibles Aportan información y poco más. No tienen alma. Las sensaciones son otra cosa. Los indálicos han cedido 5 de sus 7 derrotas en 9 compromisos contra los 7 primeros clasificados. El saldo se completa con 4 puntos de otros tantos empates sobre 27 posibles. Los que visten de rojo y blanco compiten y han rozado el éxito con los dedos en algunos partidos contra la burguesía de la categoría. Pero lo cierto es que su casillero de triunfos está vacío contra los mandamases del grupo. Sus otras dos derrotas se produjeron contra Rayo y Córdoba, dos formaciones de la zona baja, del pueblo llano y modesto. La lectura es simple: los capitaneados por René han sido fuertes contra los débiles y débiles contra los más fuertes. UD Las Palmas, Sporting y Oviedo, con mucho más presupuesto, figuran entre las victorias de los unionistas y hacen que esta divisoria sea imperfecta. La calidad les ha alcanzado para doblegar a algunos de los grandes, pero no les ha servido para derribar a los mejores. El fútbol es injusto en ocasiones, pero siempre devuelve al que más le da o se equivoca menos. No hay más.

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