Txabi Ferrero

txabiferrero3@gmail.com

El fútbol, la vida y los ríos

Después de ímprobos esfuerzos y de alcanzar las más altas cotas de la lujuria y miseria futbolísticas, estamos donde estábamos hace un año. " La vida sigue igual", que cantó Julio Iglesias. Girona y UD Almería abren hoy la fase de ascenso con la misma ilusión que el 13 de agosto de 2020. Han pasado 290 días, 9 meses y 15 días, y muchas más cosas desde entonces. Los equipos repiten e incluso algunos jugadores son los mismos, pero nada es igual. De la misma manera que el agua no es la misma cuando se cruza un río, no hay dos partidos iguales por más que se trate de buscar semejanzas. Las hay pero son muchas menos que las diferencias. La más evidente es la presencia de Francisco. El técnico zapillero, leyenda viva del almeriensismo, ha metido en promoción a los suyos después de toda una cruzada. La UDA no tiene secretos para él, de la misma manera que 'Rubi' conoce al Girona. No es una eliminatoria de entrenadores la que hoy comienza. Es un cruce de futbolistas, con sus miedos y confianzas, méritos y deméritos. Las estadísticas, ese " arte de mentir con precisión" según el catecismo de Lucas, de Lucas Alcaraz, están del lado de los rojiblancos. En Montilivi ganaron y en el Estadio Juegos Mediterráneos el marcador se mantuvo inalterado, pese a que los gerundenses defendieron el empate con ocho efectivos, y los unionistas fueron incapaces de ganarles después de rematar en 26 ocasiones, seis entre los tres palos. Es muy difícil que eso vuelva a ocurrir. Lo lógico es que la eliminatoria se resuelva el próximo sábado y por "pequeños detalles", como dicen los analistas. Sabemos, o creemos saber, lo que puede ocurrir. Pero lo que no se puede saber es cuál es el estado de ánimo de los contendientes y su respuesta al fracaso y éxito, su sistema nervioso y emocional. El resto es fútbol.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios