Parece que, salvo nuevo contratiempo, el desenlace final de la Liga en Segunda División comenzará la próxima semana en el Estadio de Montiliví para el Almería enfrentándose al Girona de Francisco -más morbo, imposible - buscando una plaza en la gran final que lleve al equipo rojiblanco a pelear por estar la próxima temporada en Primera División, acompañando a Cádiz y Huesca que ya lograron su pasaporte a superior categoría.

Todos estamos impacientes, si todos: jugadores, aficionados … curiosos … todos aguardamos el momento en el que el colegiado haga sonar su silbato en ese partido en tierras catalanas y para el que todos esperamos y confiamos en que el equipo de José Gomes llegue fresco, con las ideas muy claras y pensando solo en esa nueva oportunidad que le va a dar el campeonato para alcanzar el objetivo para el que Turki diseñó el equipo y que no era otro que el ascenso de categoría.

La plantilla, hace un par de semanas, hablaba de cansancio tanto físico como mental, por lo larga que se está haciendo la temporada, pero creo que ha habido tiempo más que suficiente como para que los jugadores lleguen a ese partido frente al Girona en un espato óptimo de forma y poder competirle el encuentro a los de Francisco. Pienso que este Almería, fresco y con los cinco sentidos puestos en el partido, va a ser un equipo difícil de batir y eso lo saben en Girona.

El Almería es un equipo potente, tal vez el más fuerte en cuanto a plantilla, como hemos ido escuchando a lo largo de la temporada de boca de todos los entrenadores a los que se ha enfrentado. Ahora es la hora de la verdad y demostrarlo en este tramo final y decisivo de la temporada, no temiendo a ninguno de los posibles rivales. Si respetarlos, al máximo, pero ellos, los jugadores del Almería, saben que son los grandes favoritos para el ascenso, más que el Girona, y plantarse en la final de dentro de dos semanas. Es lo que todos esperamos de este grupo.