Análisis

Dietmar Roth

La imprescindible participación de la comunidad local

Atrás quedan los tiempos cuando los ciudadanos eran meros espectadores de las acciones gubernamentales que afectaban a su vida diaria. En las últimas dos décadas la Junta de Andalucía ha apostado por la participación ciudadana como un valor imprescindible para la elaboración de planes, proyectos y estrategias, especialmente en los programas europeos de desarrollo rural, en un proceso "bottom-up", de abajo arriba, de co-creación con los "stakeholders", los interesados y afectados por estos proyectos, para consensuar criterios y, de esta manera, hacerlos más eficientes.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación de Territorio ha apostado por esta metodología participativa empleada para la elaboración de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) y los Planes de Desarrollo Sostenible (PDS), especialmente estos últimos, únicos a nivel nacional y europeo.

En la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, ya se establecía como una de las medidas adicionales para su protección que el Consejo de Gobierno aprobara el Plan de Desarrollo Integral para los municipios incluidos en el parque natural y su zona de influencia socio-económica. La elaboración del primer PDS del P.N. Sierra María-Los Vélez lo recordamos todos los que participamos en él por su novedoso proceso participativo, apoyado metodológicamente por la Universidad de Almería, este gran centro de producción del conocimiento en la provincia que en este año celebra su 25 aniversario.

Involucrar a los distintos sectores productivos, las asociaciones y expertos locales, permitió, en el caso del parque natural de Sierra María-Los Vélez, la aprobación por unanimidad del PORN, PRUG y I PDS. Actualmente, nos encontramos en el proceso de elaboración del II PDS, cuya finalidad es el diagnostico, los objetivos y la coherencia con los planes de ordenación del territorio y con la sostenibilidad ambiental, medidas, programa operativo, modelo de gestión y evaluación y seguimiento, con reuniones de foros y grupos de trabajo, donde el empleo de las nuevas tecnologías permite una todavía más amplia difusión de borradores y recogida de aportaciones. El análisis de la situación actual y de las necesidades del territorio, unido a la aportación de posibles soluciones, ha sido muy valioso para hacer un diagnóstico real.

En combinación con las juntas rectoras de los parques naturales, órganos consultativos en los que se encuentran representadas las diferentes administraciones públicas, las instituciones científicas, los actores económicos, así como la patronal y los sindicatos y el amplio tejido asociativo, estos planes permiten la participación efectiva de la sociedad civil, pero también significa corresponsabilidad para los dos objetivos de los espacios naturales protegidos: conservación de los recursos naturales y de los importantísimos servicios ecosistémicos que prestan a la sociedad, y el fomento de las actividades económicas sostenibles intentando crear oportunidades que permitan ofrecer a la población una posibilidad real de quedarse en el territorio ante el gran reto demográfico de los pueblos de interior.

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