Almería, 23 de julio de 2020. Estimado Piñeiro, el lunes, a eso de las siete de la tarde, dos horas antes de la disputa del Almería-Málaga, ya había saltado la noticia de la suspensión del Deportivo-Fuenlabrada. Había, por tanto, margen suficiente para que Mario Silva hubiera modificado una alineación que, sin la disputa del duelo en Riazor, carecía de sentido. En cuanto vi el once, una hora antes del arranque del partido, me puse en contacto con un miembro del club y me respondió que había que preservar a los ocho apercibidos y que de todos modos si en La Coruña finalmente no se jugaba la jornada 42ª no se daría por completada y se tomaría como referencia la 41ª, en la que el Almería era tercero y ascendería de forma directa. Entonces y ahora entiendo que es jugar con fuego. Al peregrino de Tebas le estalló la bomba en la cara y dio una patada adelante. De celebrarse el play-off, entiendo que debería ser a partido único en campo neutral y acabar con esta pantomima cuanto antes.

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