Andan moscas muchos seguidores de Juego de Tronos porque no les ha gustado el final de la serie. Han organizado hasta recogidas de firmas virtuales exigiendo a HBO que vuelva a grabar los capítulos a su gusto. Al gusto de cada uno de ellos, supongo, que no creo que consensúen un final satisfactorio para todos. Una pérdida de tiempo supina. Energía gastada en vano solo justificable por el ejercicio del universal derecho al pataleo.

Andan moscas muchos seguidores de la UD Almería porque tampoco les ha gustado el final de la última temporada. Se están organizando por internet para consensuar una protesta lo más ruidosa posible y conseguir que el HBO del club se vaya a su casa. Tampoco se ponen de acuerdo entre ellos en la forma de manifestarse y que parezcan lo más indignados posibles. Creo que no han pensado en la recogida virtual de firmas, aunque no lo descarten. El 'poder de las redes', dicen. Un zasca digital. Ejercen el mismo derecho a patalear que los fans de Daenerys con las mismas posibilidades de éxito que estos: cero.

Hasta la abuela de 'Cuéntame' terminó aceptando la lavadora, y eso que renegaba lo más grande cuando su yerno la llevó a casa. Los futboleros llevamos teniendo dos opciones desde hace varios lustros: o aceptamos la era 2.0 del fútbol negocio y comprendemos que los clubes ya no existen, que existen las sociedades anónimas; o moriremos de melancolía. Alfonso García venderá cuando le salga... un comprador que le convenza. Y HBO no va a regrabar nada. Elijamos. O lavadora o la pila de la abuela.