Análisis

pablo laynez

La lesión de Álvaro

Ésas imágenes, esas protestas, ese chasquido... no tienen que hacer reflexionar

Yo siempre he sido de fútbol sala, como muchos de los niños de mi generación que nos pasábamos los fines de semana en las pistas del Pryca o de Las Almadrabillas jugando el Patronato, torneos como Abierto hasta el Amanecer... Siempre he sido también de tenis, un deporte en el que aprendí los valores que llevan por bandera señores como Rafa Nadal, Roger Federer, Pete Sampras... Desde que jugué una temporada al rugby en mi Colegio Mayor de Madrid, amo a un deporte de truhanes practicado por caballeros. Hacer deporte en la naturaleza (como por ejemplo el Camino de Santiago) es apasionante y saludable. Y con la eclosión de los campos de hierba artificial lo cambié todo por el fútbol 11 y 7... y me rompí los ligamentos de la rodilla izquierda. El fútbol, por desgracia, tal y como se entiende en España es violento. La sobreexcitación con la que todos los jugadores entran al terreno de juego es perjudicial tanto para niños pequeños que no miden sus fuerzas, como para mayores que en partidos en los que existen piques, terminan yendo a hacer daño. Con esto no hablo de prohibir el balón, ni mucho menos. Al fin y al cabo es deporte. Pero sí que es necesario analizar y pensar si realmente merece la pena jugarte tu salud o la de tu rival, por un juego. Entradas como la del jugador benjamín del Vera ha habido muchas, lesiones como la de Álvaro son habituales, falta de humanidad en alguno de los presentes, por desgracia, también existe. Pero esto debe de cambiar. El chaval no quiso lesionar a Álvaro, estoy seguro, pero el mensaje que el mensaje que le transmitieron a una mente de 9 años no fue el adecuado. No hay que ir a ganar y todo vale, sólamente todo vale cuando se trata de disfrutar con tus compañeros y rivales. Este mensaje es tan útil para el jugador como para los aficionados del fútbol base. Ojalá vuelvas a jugar pronto, Álvaro, y que el chaval del Vera lo haga también con una mentalidad menos competitiva y de más compañerismo.

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