La ley del silencio

Como si no hablar se fuera a traducir en ganar todos los partidos hasta final

No atravesamos una época sencilla, quizá la más compleja en el último siglo. Vivimos tiempos de muchas limitaciones, gran parte de ellas traídas por la pandemia que nos sacude desde hace un año. Pero el coronavirus no es el único culpable. Buena prueba de ello, la más que discutible decisión tomada recientemente por la directiva de la UDA de imponer la ley del silencio a los jugadores rojiblancos. Como si esto se fuera a traducir en ganar todos los partidos hasta final de temporada. O como si los medios de comunicación tuvieran parte de la culpa de que el conjunto indálico no se encuentre en puestos de ascenso directo. Unos futbolistas que en toda la temporada ante la situación de pandemia no han comparecido vez alguna en rueda de prensa. De esta manera, la directiva, con Mohamed El Assy, quien no da una rueda de prensa desde antes de que comenzara la pandemia, como cara visible, cortaba de raíz las entrevistas. Unas entrevistas que estaban siendo la única vía por la que los jugadores del conjunto almeriense atendían a los medios de comunicación. Pero no solo eso, sino que también acaba con las declaraciones, parte importante en el Periodismo actual, ante los medios oficiales del club. Una decisión que como se comprueba perjudica también al propio departamento de comunicación de la entidad almeriense, convirtiéndose en su situación de puro hermetismo. Mientras tanto los integrantes del plantel dirigido por José Gomes siguen disfrutando de las redes sociales, móviles o consolas. Como si solo la prensa les impidiese estar concentrados en su objetivo. Una decisión descabellada e impropia de tiempos democráticos y que, en parte, atenta contra la libertad de información recogida en la Constitución española. La ley del silencio está claro que no es la solución.

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