No es fácil explicar lo que pasó el pasado sábado en los Juegos del Mediterráneo. Podríamos decir que el árbitro se equivocó de manera clara y evidente en una decisión que le costó un penalti en contra a la UD Almería cuando el partido tocaba a su fin. Y ya está. No hay mucho más que contar. Un error humano. Luego están los que piensan en fantasmas, en manos negras o la típica frase de "Cómo se nota que molesta ver a la UD Almería ahí arriba". Pongo en la frase a la UD Almería, como se puede poner cualquier otro club que se vea agraviado con una decisión arbitral en contra. Todos los clubes del mundo piensan que molestan por hacer méritos. Es muy antigua esa protesta y aún sigue dando resultado. Lo cierto es que los rojiblancos pueden sentirse perjudicados por esa decisión. Más aún cuando hace pocas jornadas también se equivocaron de manera clara y evidente en contra de los intereses almerienses. Pero yo soy de los raritos que siguen pensando que las equivocaciones no dejan de ser eso, equivocaciones. Que el VAR en la segunda división no está teniendo el efecto deseado es una obviedad. Pero el problema no es del VAR, son los árbitros. Es fácil de entender. Los mejores árbitros de España están en primera división, los que son buenos pero no tanto, están en segunda división y así sucesivamente. ¿Qué interpretó el árbitro de VAR? Que Maras da con el codo a Bustinza. ¿Qué sucedió cuando el árbitro fue a consultar el monitor? Que vio la acción congelada y arbitró en función a esa imagen. Sin lugar a dudas un fallo claro y evidente por parte del árbitro. Pero hasta aquí. Entiendo el enfado de los aficionados rojiblancos. Como el de los profesionales que defienden el escudo y ven con impotencia como su trabajo se va al traste en el minuto 96. Esa frustración lleva a buscar esa mano negra que quiere perjudicar concienzudamente a la UD Almería. El problema es que no van a encontrar nada. Solo el mal hacer de unos árbitros que se equivocaron de forma ostensible.

Luego José Gomes realizó su papel. Pidió respeto y alzo la voz. Es lo que esperaba su afición que hiciese. Cumplió a la perfección con el cometido. Nadie hablará de otra cosa que no sea la acción polémica del penalti. Esperemos que no volvamos a ver un error tan claro en segunda división. Ni para la UD Almería ni para nadie. Subir el nivel de los árbitros y volver a instaurar las reglas del VAR debe ser una obligación este verano para la Federación.

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