Charlando hace unos días con Pepe Céspedes, que me atendió amablemente para echarme una mano con un reportaje, me comentaba que cada persona sobrelleva como puede este confinamiento, que cada uno tiene sus armas. Decía el conocido cómico almeriense que el humor sirve para los peores momentos, que es como una herramienta para tomarse una situación difícil de una forma más llevadera. Sin duda, tiene toda la razón. Siempre es mejor tener una actitud positiva que negativa para afrontar tiempos como estos. Desde que comenzó la cuarentena he visto cientos de publicaciones de memes de todo tipo, además de muchísimos gestos solidarios dignos de admirar y que demuestran que a más oscuridad, más se suelen notar los destellos de luz. También se están saturando la redes sociales de vídeos que rozan el absurdo, como los de Tik Tok. Aunque algunos den vergüenza ajena, es totalmente entendible que la gente tenga que liberar tensión por algún lado para despojarse de la ansiedad de estar encerrado en casa. Otras personas prefieren despejar su mente de todo esto haciendo deporte o bailando. Hay que moverse un poco, eso está claro. El domingo caminé desde mi casa a la redacción de este periódico, que está a diez minutos de mi calle, y a mitad de camino un poco más y tengo que pedir un taxi. Me he pasado tanto tiempo sentado frente al ordenador escribiendo páginas o tumbado enganchado a Netflix (lo único que he hecho de provecho en los cuarenta últimos días), que ahora parezco un gato de escayola. Tengo que tomar ya cartas en el asunto. Realizar una actividad deportiva, así, sin más, me da pereza, pero me estoy planteando seriamente lo del baile. Solamente he bailado una vez en mi vida, recuerdo que fue uno de esos jueves que tanto me gustan para cerrar bares, en La Clásica, bajo la atónita mirada de mi amigo Limones. Empezaré a ver tutoriales de coreografías para mantenerme en forma y cuando vuelva a este magnífico local no repetir el ridículo que hice aquel jueves en el que terminé empotrado contra la máquina de tabaco como último paso de una bachata que bailé en compañía.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios