El año 2021 ha estado caracterizado por una intensa recuperación de la economía y los beneficios de las empresas, lo que ha favorecido unas rentabilidades excepcionales en los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses. Así, el S&P 500 se ha revalorizado un 27% y el Eurostoxx 50 un 21% en el conjunto del año. El IBEX 35 ha tenido más dificultades, por su mayor exposición a la pandemia, cerrando con una revalorización de un 8%. Las principales incertidumbres en los mercados han procedido de las sucesivas olas del virus, pero en general el escenario para la economía y los mercados ha sido muy favorable.

El año 2022 podría ser el de la superación definitiva de la pandemia, o al menos el de su conversión en un virus endémico más normal con el que podamos convivir. Sin embargo, los mercados afrontan mayores incertidumbres derivadas del escenario inflacionista en la economía y el giro de los bancos centrales hacia políticas menos acomodaticias. En particular, la Reserva Federal ha dado señales de iniciar un proceso gradual de subidas de tipos en los próximos meses, que supone un contexto menos favorable para los mercados.

Pese a ello, el escenario sigue siendo positivo para la renta variable en relación con otras clases de activos, pero los inversores tienen que ser realistas con las rentabilidades que se pueden obtener tras las fuertes subidas de 2021. Un escenario de crecimiento económico todavía por encima del potencial a largo plazo y de inflación relativamente elevada favorecería inicialmente a los sectores más cíclicos del mercado. En este sentido, el mercado español podría verse beneficiado de la eventual recuperación del sector turístico, que en 2021 ha sido uno de los factores que explica el peor comportamiento relativo de nuestro mercado.

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