Análisis

Francisco G. Luque Ramírez

El partido del Plus

Durante mi infancia, ir a casa de mi tío Paco cada domingo se convirtió en una tradición que duró varios años. En su salón, custodiado por dos bonitos escudos heráldicos, los de los apellidos Luque y Rojas, tenía una cotizada joya por los amantes del balompié: Canal Plus. En aquellos tiempos, para información de las generaciones nacidas desde mitad de los noventa hacia adelante, no todo el mundo disponía de este canal de televisión de pago que emitió de 1990 a 2016.

Ahora conocido con el nombre de #0 (cero), en su época fue como los comienzos de Netflix en la nuestra, algo novedoso, moderno y que, al principio, no estaba en todos los hogares. Por eso, mis tíos Paco e Isabel nos abrían a mi padre y a mí las puertas de su casa cada fin de semana, para que los hermanos Luque pudiesen disfrutar juntos del último partido de la jornada de Primera División mientras yo jugaba a la consola o hacía alguna trastada con mi primo Carlos. Evidentemente, ese partido del domingo por la noche despertaba más el interés de nuestros padres que el nuestro, que solamente entrábamos a aquel salón cuando escuchábamos cantar algún gol. Acudíamos corriendo para ver la repetición y, durante ese corto trayecto por el pasillo de la casa, cruzaba los dedos deseando que el autor del tanto hubiese sido Julen Guerrero, mi primer ídolo futbolístico.

A pesar de no prestar atención a los derroteros de aquellas citas balompédicas dominicales, siempre quedará en mi memoria esa voz extraña con un marcado deje británico de uno de sus comentaristas que siempre se escuchaba de fondo, la de Michael Robinson. Aunque nunca se expresó con claridad en castellano, pese a los años que llevaba ya en España, fue un comunicador envidiable del que muchos aprendimos sobre el deporte rey. Su forma de entender y hablar sobre fútbol, tan humana, nos fue conquistando a todos los críos de mi generación que en los noventa crecimos con su voz, esa que nos servía como aviso cada domingo de que nos quedaban pocas horas para volver al colegio. Ese día después que siempre tratábamos de evitar.

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