El patrón del barco

Recuerdo, con cierto sorna, que hace unas semanas escribí en estas mismas lineas que el Almería había tenido más puntos de inflexión que un matrimonio al borde del divorcio. Pues bien, ese amor a punto de resquebrajarse se ha dado una segunda oportunidad que va viento en popa. Esas vacaciones en el Caribe, dejar a los niños una semana en casa de los abuelos o ir a terapia de pareja. Váyase usted a saber. En el caso de que sea esa tercera opción, está claro que el profesional al que ha acudido ese feliz matrimonio tiene nombre y apellido: Joan Francesc Ferrer Sicilia ‘Rubi’. Si ha sido capaz de unir a un vestuario con muchas tiranteces, el entrenador se puede aventurar también en una etapa profesional. Esa parte de la gestión, que algunos se encargan de desmerecer en el papel de los técnicos, ha sido la llave para entender la posterior racha de resultados del equipo. La figura del catalán va ligada a la mejora de Pozo, Centelles, Baba, Lopy, Baptistao o Puigmal. También a la irrupción de Guedes o Perovic, este último debutando con el primer equipo con descaro y personalidad para ser un juvenil. Las cosas parecen funcionar, la fortuna está del lado de la UDA en los momentos de debilidad y la felicidad invade las gradas de un feudo que estuvo casi un año sin ver ganar a los suyos y ahora lo toman como rutina. El fútbol perdona todo, eso es cierto. Una verdad tan importante de recordar que, sin la presencia del entrenador de Vilassar de Mar, quizás este artículo tendría otro carácter. Nadie ha confiado más en este proyecto y, por méritos propios, la última etapa con esta nueva propiedad siempre se recordará por su presencia en los banquillos. Pase lo que pase a partir de ahora, la realidad es que, como se encargó de dejar claro hace un tiempo, el lider es y será Rubi. El patrón de un barco que navega a toda vela. Esperemos que el destino sea el que todos queremos.