Análisis

chema fernández

Tendría que haber salido de ellos

Una vez más y van … la afición de la UD Almería ha estado muy por encima del equipo. El vestuario pidió apoyo y lo tuvo, con casi quince mil criaturas en las gradas del Estadio Mediterráneo. El vestuario pidió aliento, empuje, adrenalina y casi dos mil personas en el recibimiento del autobús a la llegada al Estadio. Bufandeo, camisetas rojiblancas, palmas, gritos, ¿qué más le podía dar la afición a un equipo que no respondió, que no estuvo a la altura del nivel que exigía el partido? No hay que cargar el cabreo y el enfado contra Fran Fernández. Es injusto, tanto para él como para su familia, en la grada del Estadio, que tuvo que aguantar todo tipo de improperios e insultos por parte de un reducido grupo de aficionados que la pagaron con ellos ante la impotencia de su equipo de ser capaz de batir al colista de la categoría. Casi quince mil almas que acudieron ilusionadas al Estadio salieron decepcionadas, muy decepcionadas con el equipo, no dando crédito a lo que había ocurrido y muy preocupados por lo que puede ser el desenlace final de la temporada. ¿Orgullosos de su equipo? Ni mucho menos. Todo lo contrario. Gente hundida en la grada, llorando y ni una sola palabra, ni por parte de los jugadores ni del entrenador, Rubi, pidiendo perdón a una afición que se entregó por completo, cosa que el equipo no hizo a la inversa. Ni un solo gesto, nada de nada. Agacharon la cabeza y se marcharon al vestuario (jugadores), mientras que en silencio abandonaban sus asientos los desilusionados aficionados. Ni un solo detalle por parte de los jugadores o del entrenador. ¿Se imaginan que hubiera salido de ellos el pagar de sus bolsillos entradas y autobuses para que quien pudiera estuviera el domingo en Leganés? Con la mareante cifra que a modo de prima tienen por el ascenso de categoría...

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