Análisis

Francisco bautista toledo

Nada es para siempre

Tercera exposición en la galería MECA, de PHotoESPAÑA 20, donde se presentan, con el título Humano III. El Tiempo, los trabajos de Asunción Lozano, José Luis Lozano, Karlos Kaplan y Antonio Jesús García.

Asunción Lozano nos describe un equilibrio entre la presencia de la civilización y la Naturaleza moldeada por su inteligencia, mas esta situación es inestable, ya que el paso del hombre es fugaz, cuyo recuerdo se disolverá en la nada.

Nos propone esta autora un espacio tranquilo, en el reino del silencio, signo de la inquietante permanencia del vacío de la Historia, pues al final no habrá nadie que la relate, solo la Naturaleza, su fuerza y permanencia. Asunción Lozano capta la magia del sentimiento suscitado por la imagen oportuna, eligiendo las escenas que soportan con acierto la idea que quiere plasmar.

Karlos Kaplan utiliza la tecnología fotográfica y medios digitales, para obtener imágenes que superan la hábil composición, para convertirlas en elementos estéticos de profundo significado visual. Juega con la geometría que se esconde en los espacios de destrucción, reflexionando en el enfrentamiento del orden natural, que reproduce reglas geométricas inmutables, con la racionalidad establecida por la Humanidad, en su labor de apropiación del espacio natural.

El trabajo plástico de este creador posee una profunda metafísica de la imagen, gracias al conocimiento de la expresión gráfica conseguida.

José Luis Lozano retrata la influencia de las fronteras, geográficas, culturales y sociales, que ha impuesto la lógica de la civilización. Es la frontera, entelequia política, quien rompe la unidad del paisaje, y a su vez crea las diferencias entre poblaciones. Este reparto del territorio, aparte de la separación de culturas, crea fenómenos de traslación migratoria, aniquila vidas, y causa sufrimiento, tras la utopía del paraíso prometido.

Antonio Jesús García sitúa su mirada en tercera persona, limitándose a plasmar la realidad del entorno. Describe en su obra la soledad impuesta por la pandemia, el devenir diario, cuando la comunicación cercana está restringida, en un tiempo teñido por el miedo y desesperanza, en un mundo anodino, sin brillo. Su visión es limpia y concisa, gracias a que su obra es dinámica, de mirada ágil, expuesta como una narrativa aséptica.

Los cuatro artista participantes poseen una coincidencia conceptual, y de calidad, que da cuerpo a la idea del tiempo como fuerza que define el paisaje.

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