El 24 de noviembre de 2019, Fernando Martínez protagonizó un curioso hito con la elástica del Almería, el de encadenar cinco porterías a cero. Curioso porque no sucedió en cinco jornadas consecutivas, sino en cinco titularidades que acumuló de forma alterna. Los tres últimos choques de la 2018/19, la jornada 4 de la 2019/20 y la 17 de ese mismo curso. Alcorcón, Las Palmas, Albacete, Málaga y Numancia se midieron al Almería sin hacerle gol. Por aquel entonces, estos partidos esporádicos eran de lo poco que podíamos llevarnos a la boca de ese guardameta murciano de veintilargos al que, como mayor virtud, se le presuponía la de ser un buen suplente. La de Fernando en Almería ha sido una historia cocinada a fuego lento. Aterrizó en la ciudad en 2017 junto a René, que le ganó la partida y acaparó la portería durante las 42 jornadas. No le fue mucho mejor al año siguiente, con solo cuatro titularidades. Fue en la 2019/20 cuando empezó a emerger ante un René venido a menos que comenzaba a tener fallos severos. Y, entonces, cuando la portería tenía nuevo dueño, llegó Sivera en invierno y empezó a jugar, devolviendo al banquillo a un Fernando que se limitó a callar. Solo los garrafales errores del recién llegado devolvieron la titularidad al murciano. Ahí, cuando su trayectoria en Almería ya sí empezaba a cuajar, aterrizó Makaridze y, de nuevo, le arrebató la portería. Otro fichaje que le adelantaba. El georgiano fue el titular todo ese curso y el inicio de este. Era un portero correcto, pero que arriesgaba en exceso, lo cual hizo que Fernando volviese a escena. Otra vez el murciano esperando su turno. Y así hasta hoy, cuando está dando puntos al equipo con intervenciones memorables. Un profesional humilde, trabajador y constante que siempre asumió sus suplencias cuando otros habrían dinamitado el vestuario. Ahora, la titularidad es suya. Al menos, hasta que llegue otro. Entonces, quizá, la historia se repita. Pero daría igual. Tarde o temprano, Fernando volvería a recuperar su trono. Es el sitio que merece.