Rubi, al borde de su fracaso
¿Y los sustitutos de Rodrigo Ely?
La cúpula rojiblanca no renovó a Rubi tras permanecer en Primera con la intención de intentar equilibrar el balance defensivo con el ofensivo, por ser el primero de ellos el telón de Aquiles del técnico catalán. Y pasadas todas las experiencias de la pasada campaña que no solventaron el mal, se volvió a confiar en Rubi, esta vez sin un salvador como Sadiq.
El resultado de todo ello lo estamos presenciando, aderezado con la continuidad de ciertos jugadores, sobre todo en línea defensiva, que dejan mucho que desear. El cóctel está siendo explosivo, incluso teniendo una plantilla más que interesante de medio campo hacia la delantera, que de poco sirve, ya que la UDA aun exhibiendo guarismos de equipo de ascenso en el plano ofensivo, con diez goles, juguetea ya con el descenso.
Diez tantos a favor, sí, los mismos que mientras confecciono esta acta lleva el colíder Racing, un equipo modesto pero trabajador, que se nutre precisamente de los defectos que exhibe la UDA. Sin embargo, salta a la vista el casillero de goles en contra, diez más que el Racing, que para sólo encajar cinco tantos trabaja, juega práctico, defiende bien, muerde, se posiciona adecuadamente y presiona.
O sea, un Racing en lo alto de la clasificación haciendo todo lo que no es capaz de ejecutar el conjunto de Rubi, que para ganar un encuentro está obligado a lograr una cantidad de tantos anormal cada jornada. Al final casi que no importa en qué categoría se esté, si lo que a trancas y barrancas se logra gracias a las dosis de calidad individual en ataque, se tira por la borda con cada transición o acercamiento del contrario, transmitiendo el conjunto de Rubi una endeblez impropia de unos profesionales que cobran en toda una Liga de Fútbol Profesional.
Cada robo de balón del Levante, aun en su propio campo, se convirtió en una transición letal, como ya ocurrió ante el Eibar, hasta que los jugadores de Rubi se transformaron en aquel encuentro durante la segunda mitad en La Masa, El increíble Hulk, y se pusieron a presionar y trabajar en conjunto. Y es que sin un ritmo veloz, sin una organización conjunta, sin un posicionamiento que a su vez permita defender desde la salida de balón del contrario, ya puede tener un equipo con más o menos talento, que el fracaso está asegurado.
Todos estos condicionantes se sabía que no lo suelen reunir los equipos de Rubi, pero si además se piensa que a nivel individual Chumi o Pozo pueden compensar lo que aportan los de arriba, apañados vamos. Desde luego, para tapar las carencias de los zagueros por los que sigue apostando el club, el mejor sistema no es el de tres atacantes (uno de ellos desaprovechado en banda como Melamed) y tanto mediocampista ofensivo, sino el de un centro de campo más poblado y fortalecido, con la misión de ayudar a la línea defensiva, dejando en punta a dos delanteros.
Vamos, un clásico 1-4-4-2. Hay que seguir con lo que hay hasta diciembre y hasta que la directiva y cuerpo técnico refuercen la verdadera necesidad de este conjunto según lo visto y comprobado, la defensa. Ojalá que Rubi cumpla con su aseveración tras el choque ante el Levante de cambiar el sistema, pero para ello también deben arribar jugadores con jerarquía y experiencia en defensa porque, ¿cuál fue la clave del ascenso a Primera de la UDA con Rubi? ¿Sadiq o Ely, que fichó en la segunda vuelta de aquel campeonato? Los dos, pero casi diría que Ely…
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