Han pasado 84 años desde aquel 18 de julio de 1937 en el que el Levante se proclamó campeón de la Copa de España Libre, competición que se disputaba en la zona bajo el mando de la República, en medio de la inmisericorde Guerra Civil. La RFEF no le ha dado validez a aquel título, que el conjunto granota sigue reivindicando.

Como bien informa la web futbolretro.es, en aquel torneo jugaron equipos de Valencia y Cataluña, zonas bajo el control de autoridades tricolor. El campeonato, impulsado por Josep Rodríguez Tortajada, presidente del Valencia, se jugó entre el 6 de junio y el 18 de julio con Levante, Valencia, Girona y Espanyol como equipos participantes. Fueron los granotas los que levantaron el título, los que lo tienen en sus vitrinas, pero sin reconocimiento actual.

La Historia le debe una alegría al Levante, tiene mucho mérito que en mitad de una contienda injusta, sangrienta y fratricida, un grupo de personas sacaran fuerzas de flaqueza, se olvidaran de los tanques y se pusieran a jugar al fútbol. Eso es deporte, no lo que ahora vapulean con el VAR. ¡Qué bonita y apasionante es la Historia de España! No merece el maltrato ni la diferenciación entre buenos y malos a la que la someten.

Ahora por suerte sin guerra, pero en mitad de una pandemia, Unicaja Almería se quedó también sin un título que merecía: la Superliga Masculina. La Federación Española de Voleibol decidió que la pasada temporada se quedase sin campeón, pese a que los verdes marchaban en primera posición. La decisión escoció mucho en las filas almerienses, pero se respetó y se pasó página. Ahora, eso sí, esa injusticia para muchos aficionados anima a ganar la final que empieza hoy en Las Palmas. Los de Berenguel tienen ganas de cantar dos títulos en uno. ¡A por él!