Almería, 29 de julio de 2021. Estimado Piñeiro, las dos primeras temporadas de gestión de Turki Al-Sheikh al frente de la UD Almería las definiría bajo el prisma de una política deportiva de impulsos. Aluvión de fichajes nada más llegar por la premura de tiempo, remodelación frustrada en el mercado invernal por el asunto del límite salarial, ampliación de capital de 31 millones para superar las trabas de ese tope volviendo luego a caer en el error de hacer contrataciones asumiendo fichas desorbitadas para la categoría, lo que ha provocado de nuevo inevitables ajustes salariales. Por fortuna en esta ventana veraniega parece que han cambiado el chip. En buena medida porque las consecuencias del coronavirus han frenado las contrataciones a todos los niveles, impidiendo ventas que se daban por seguras como las de Sadiq, Samú o Akieme. Está por ver cómo derivará todo en agosto, pero bienvenida sea la cordura.

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