Eel próximo 10 de noviembre volveremos nuevamente a las urnas para elegir, esperemos que esta vez sí, a los diputados nacionales que deberán designar al próximo presidente del Gobierno. Tras el fracasado intento de Pedro Sánchez, las nuevas elecciones representan una oportunidad para que el centro derecho unifique el voto entorno al Partido Popular de Pablo Casado, que es el mayoritario y al que señalan todas las encuestas como el único que puede disputar la victoria a la izquierda. Yo lo llamo la vuelta a casa. La vuelta de millones de españoles que votaron alguna vez al PP y que en pasadas elecciones confiaron en otros partidos. Se ha demostrado que la división en la derecha ha hecho que los partidos de izquierda sumasen una importante mayoría en escaños, que no en número de votos, puesto que ambos sumaron un número prácticamente idéntico.

De ahí la propuesta que Pablo Casado ha trasladado en numerosas ocasiones a los partidos de centro derecha: España Suma. Visto el rechazo de éstas fuerzas, el proyecto de España Suma no se desvanece, sino que se convierte en el del Partido Popular. Así, el PP debe concitar el apoyo de esa España que suma, de esa España que apuesta por un proyecto moderado, amplio, en el que caben todas aquellas personas que crean que es necesario un cambio de rumbo. Todos aquellos que crean que bajando impuestos se puede impulsar la economía, suman. Todos los que compartan que España debe seguir siendo una gran nación, con un proyecto común en el que caben distintas sensibilidades, suman. Todos los que apuesten por dar certidumbre al sistema de pensiones, suman. Todos los que creen que hay reformar más aun en el papel fundamental de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad, del personal sanitario, de los docentes, suman. Todos los que se muestren favorables a ayudar a los autónomos y empresarios en su papel de creadores de empleo, suman.

Durante estos meses en los que Pedro Sánchez ha estado dando vueltas hasta conseguir su objetivo, la repetición electoral, la gran mayoría de partidos han ido variando en sus posiciones, a excepción del Partido Popular. Se ha hablado de un Gobierno de cooperación, se pasó al Gobierno de coalición, para volver nuevamente al primero. Ciudadanos, que afirmó que nunca apoyaría a Sánchez, propuso su abstención a escasas horas de cumplirse el plazo legal. Estoy convencido que la mayoría de los ciudadanos han podido comprobar cómo el único partido estatal que ha sido coherente con su posición inicial ha sido el Partido Popular. Pablo Casado no ha rechazado reunión alguna cuando ha sido requerido por Sánchez o Rivera. Ha propuesta varios pactos de Estado, incluso la hipotética abstención de Navarra Suma. Ha mantenido un papel institucional. En definitiva, ha estado a la altura que el momento requería.

Ahora toca construir ese proyecto ganador que permita un gobierno fuerte que pueda hacer frente a la compleja situación que se avecina. El Brexit, la desaceleración económica que ya trasladan los principales indicadores, y el frenazo en la creación de empleo, son un reto enorme, al que solo se puede responder con reformas económicas como las que propone el Partido Popular. Estoy convencido de que la mayoría de los españoles creen que el partido más adecuado para afrontar una situación así es el PP. De eso tratará esta campaña. Una campaña que se tiene que basar en propuestas centradas en los españoles, que permitan generar certidumbre sobre el proyecto de España y sobre el futuro económico. Por eso quisiera animar a todos aquellos que puedan compartir este proyecto a que acudan el día 10 de noviembre a las urnas a apoyar al Partido Popular, al proyecto que puede sumar una mayoría inalcanzable para otros.