República de las Letras

14 de ABRIL: LA REPÚBLICA

Los que entonces reemplazaron la democracia por una dictadura militar pretenden arrastrarnos ahora a un futuro incierto

El próximo domingo, 14 de abril, se cumplen 88 años de la proclamación de la II República. No soy especialmente crítico con la actual monarquía española, a pesar de los errores y malas prácticas que hemos visto en el rey anterior y del escaso carisma y conservadurismo que observamos en el actual. Monarquía o república no es hoy, creo yo, el debate político central. No es cuestión que preocupe especialmente a la sociedad actual y sólo dependerá del mismo rey -o reina en el futuro- que lo sea. Naturalmente, la república siempre será el régimen democrático por excelencia para mí. No sólo por la elección directa del Jefe del Estado, que también, sino porque representa esencialmente la asunción del poder político (cracia) por el pueblo (demos), es decir, por todos y todas.

La II República fue, desde la perspectiva de hoy, una verdadera revolución. La revolución de la pequeña burguesía urbana, funcionarial e intelectual, a la que se incorporó, desde el momento histórico del entusiasmo y la ilusión de aquel 14 de abril en la Puerta del Sol, el proletariado. Como todas las revoluciones en la Historia surgió de un magma de represión, abusos de poder, desigualdad social, injusticia distributiva y corrupción que venía de siglos.

Partió de la legislación vigente en su época para enseguida sobrepasarla por los hechos y, en apenas cinco años, cambió la faz de España devolviendo sus derechos al pueblo e iniciando una senda de progreso económico y cultural como hasta entonces no se había experimentado en el país. Y todo ello, sin violencia. Ya sabemos la deriva que aquello tomó después. La moderación de la clase dirigente exacerbó los ánimos de los impacientes y los poderes fácticos dieron al traste con el proyecto, llegando incluso a provocar una guerra civil que aún hoy, 80 años después, no ha cerrado completamente las profundísimas heridas que abrió en la sociedad española.

Así que este Domingo de Ramos, 14 de abril, y con la vista puesta en las elecciones del 28, bueno es que recordemos todo esto para seguir aprendiendo de esa sabia maestra que es la Historia. Pero no como hacen los conservadores, para vivir con miedo a que se repita, sino para evitar que lleguen al Parlamento los descendientes de los que entonces truncaron la II República y reemplazaron la democracia por una dictadura militar y pretenden arrastrarnos ahora a un futuro incierto. Feliz Semana Santa.

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