Carta del Director/Luz de cobre

AVE Almería-Murcia, cuestión de fe

Demasiado desgaste, terrible los esfuerzos que tiene que hacer esta sociedad, para que su voz sea escuchada

Reconozco el valor del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presentándose en Almería con las manos vacías, con la presión que la sociedad está ejerciendo por la consecución de un tren digno. Aunque también los hay que aseguran que no hay mérito ninguno, pues va en el sueldo. Sea como fuere, esta no es la cuestión, lo cierto es que las palabras del máximo responsable de la cartera de Fomento no han dejado indiferente a nadie. Aún así, hay que hacer un enorme ejercicio de fe para creer que el tren de altas prestaciones surcará las vías entre Murcia y Almería allá por el año 2023.

Para empezar no habrá un sólo euro, o al menos cantidades importantes en los dos próximos años. Con un paisaje tan yermo como el que se nos ha dibujado, es harto complicado pensar que el Gobierno, pese a la afirmación rotunda del ministro de que hay fondos, va a tener entre sus prioridades a la provincia de Almería.

El problema no es baladí. Otros 730 días sin trabajos sumarán siete años y, lo que es peor y tiñe el horizonte de negro, es que en ese tiempo, con seguridad, habrá nuevas elecciones generales, con lo que conlleva de cambio o no de gobierno, nuevas alianzas y, con toda seguridad, baile de carteras ministeriales.

Al ministro se le exigía por parte de la sociedad almeriense un calendario de trabajos y lo trajo, pero ni siquiera ha quedado plasmado en papel y menos firmado, por lo que mucho me temo que estamos peor que al principio. No sólo partimos de cero, sino que el lastre es de menos siete años. Un ejercicio real de fe que nos traslada a la época más oscura de esta provincia, en la que la agricultura nos desarrollaba a marchas agigantadas y el Gobierno, entonces socialista, se preocupaba más de que la autovía del Mediterráneo llegara a Sevilla para la Exposición Universal (y se la llevó por Los Vélez) que prolongarla hasta Adra para que la riqueza que emergía de los campos de invernaderos del Poniente se trasladara de forma rápida, eficaz y segura, hasta Europa para servir a millones de consumidores.

Demasiado desgaste, terribles los esfuerzos que esta sociedad, innovadora, trabajadora y eficiente, tiene que hacer para que su voz se escuche con nitidez, alta y clara, para afrontar las carencias, muchas, que todavía hoy tenemos en materia de infraestructuras.

Es la hora de decir ¡basta ya!, la hora de aunar esfuerzos, de que toda la provincia camine en torno a una misma idea y dejar claro a quienes nos gobiernan con nuestros votos que Almería no puede pasar ni un minuto más sin que sus demandas sean atendidas. Los proyectos que el ministro De la Serna dice que no se pueden adelantar en el tiempo si pueden tramitarse por la vía de urgencia. Se hicieron con el AVE de Málaga y con muchas otras y ahí está. Es voluntad lo que hace falta, no fe.

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