Siempre que vemos determinadas noticias, ya sean casos cercanos o lejanos, tendemos a pensar que "esto no me va a pasar a mí", que "es un hecho puntual y aislado", consideramos que hay cosas que en pleno siglo XXI ya están más que superadas… En realidad, esta es una buena estrategia psicológica para salir adelante sin miedo, para no desarrollar manía persecutoria y subsistir en este retorcido mundo. Sin embargo, necesitamos ciertas dosis de conciencia crítica y ser capaces de mirar un poco más allá de nuestras gafas. Samuel, el chico asesinado en La Coruña, puede ser perfectamente tu hijo, o el mío. Los asesinos de Samuel pueden ser tus vecinos. El de al lado, el de arriba, que tiene una familia como la tuya y la mía. Por eso es muy importante que te sigas acordando de Samuel.

Cuando escuches a tu amigo, tu vecino o tu padre, hablar de los "maricones", acuérdate de Samuel. Acuérdate de que puede ocurrirle a tu hijo o tu hija. Cuando veas a algún representante político hablar de que todas las violencias son iguales, de que no hay que distinguir distintos tipos de violencia, acuérdate de Samuel. Acuérdate de que lo asesinaron por su condición sexual. Piensa si te gustaría que a tu hijo o a tu hija se lo hicieran. Puede suceder, perfectamente. Da igual cuál sea tu formación, tu nivel cultural, tu ideología o tus creencias. Cuando se rían a carcajadas del "orgullo LGTBI" y hagan la gracia de "por qué no hay un orgullo hetero", acuérdate de Samuel.

Acuérdate también de Samuel cuando alguien diga que la escuela está para enseñar física, latín, historia o matemáticas y que "la educación hay que darla en casa". Es posible que tú sí hables de la tendencia sexual y de las relaciones amorosas en casa, pero ¿qué pasa si tu vecino no lo hace? ¿formarán parte sus hijos e hijas de una banda como la que asesinó a Samuel? Cuando digan que no hay que dar charlas de educación afectiva o sexual en las escuelas, acuérdate de Samuel. El incremento de casos de agresiones por la condición sexual no es una casualidad. Es la consecuencia de una sociedad como la que vivimos, neoliberal, individualista, una sociedad donde hay una creciente tendencia política (con representación parlamentaria) que utiliza este tipo de discursos, que "blanquean" el odio. Acuérdate de Samuel. No lo hagas solo por mantener su memoria. Hazlo por ti, por tus hijos y por los míos. Por los de todos y todas.

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