Opinión

Ana Martínez Labella

Acuerdo histórico por el soterramiento

Nuestra apuesta siempre ha sido hacia una alternativa asumible, equilibrada y sostenible

Almería conoce ya qué modelo de soterramiento quiere para su futuro. Así lo ha decidido el Consejo de Administración de la Sociedad 'Almería Alta Velocidad', participado por Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Adif y el Ministerio de Fomento, tras el encuentro celebrado el pasado miércoles después de una larga espera y de numerosas y reiteradas peticiones del alcalde.

Pero bien está lo que bien acaba y la unanimidad en la elección de la alternativa supone un acuerdo histórico para cerrar la herida abierta que, en forma de vías, sigue dividiendo hoy la ciudad. El acuerdo, como digo unánime, acompaña el encargo para que ADIF redacte, en el plazo de un año, el proyecto constructivo que dé forma a la segunda fase del proyecto del soterramiento, dando continuidad así a las actuaciones en la zona de El Puche y al tramo Puche-Río Andarax, actualmente en ejecución.

La solución adoptada para esta segunda fase, valorada en 250 millones de euros, incluye el soterramiento de las vías desde el tramo ya ejecutado a la altura de El Puche hasta pasada la Avda del Mediterráneo (con una longitud aproximada de 1,5 km), que a futuro y con su urbanización deberá transformarse en un gran bulevar. La alternativa elegida contempla además la ejecución de un nuevo vial prolongando la calle La Marina hasta la rotonda Manuel Fraga, quedando la estación de tren histórica integrada dentro de una gran zona verde; el desmantelamiento de los talleres, ubicados en el ámbito de la estación, trasladando esa actividad ferroviaria a la zona del Sector 20, y, como mejora sugerida por el Ayuntamiento respecto del anteproyecto, el aparcamiento soterrado de dos plantas bajo las dársenas de autobuses de la actual Estación Intermodal.

A nadie escapa la transcendencia de los acuerdos alcanzados en el avance de una solución técnica para el soterramiento que, ejecutada en todos sus términos, tendrá un valor en cuanto a transformación urbana similar a lo que supuso lo que hoy es la Rambla. Nuestra apuesta siempre ha sido hacia una alternativa asumible, equilibrada y sostenible, compatibilizando la aspiración de la ciudad sobre este proyecto con el pragmatismo necesario a la hora de valorar la mejor y posible solución. Y esto, creo, que se ha conseguido. Esta reunión debe ser el principio del fin de una espera que ya acumula demasiados años.

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