En el enésimo intento de avance sobre aquellas actuaciones que en materia de comunicaciones ferroviarias deben ejecutarse en los próximos meses y que son de vital importancia en la configuración urbana de nuestra ciudad y en el desarrollo de sectores estratégicos, la reunión mantenida la semana pasada entre el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, y la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), María Luisa Domínguez, nos ha dejado un poso de incertidumbre, cierto sabor agridulce ante la falta de concreción sobre el futuro de la financiación del proyecto de integración ferroviaria que, en su segunda fase, está a punto de culminarse en lo que a su redacción se refiere.

Adif anunciaba en el marco de esta reunión la licitación, adjudicación y comienzo de las obras para el año 2022. Optimismo que ha venido acompañado del aplauso, condescendiente, de parte interesada de la oposición municipal, obviando una premisa fundamental y más que necesaria: un acuerdo de financiación que, a día de hoy, se encuentra con no pocas incertidumbres y escasa concreción por parte de quienes deben dar respuesta clara a esta cuestión de la que hablamos.

Conviene recordar en este punto que para que el AVE llegue al centro de la ciudad es necesario que la integración esté ejecutada. Y para ello se necesita un acuerdo sobre su financiación que debe ser justo.

Y así se lo hemos reclamado a Adif para que se vuelque con la ciudad y que si llega dinero de los fondos europeos, como se ha anunciado, se haga un reparto equitativo de los mismos para la totalidad de la obra porque no sería tolerable que el soterramiento no le cueste ni un euro al Gobierno de España -recordemos aquí los derechos adquiridos por parte de Adif en forma de aprovechamiento urbanístico - y sí a Almería y a los almerienses.

No queremos ser más, pero tampoco menos, que otras ciudades que, con un modelo constructivo similar al nuestro, afrontan las obras en otras condiciones económicas. ¿Es que el de Almería no es un proyecto ferroviario?

Desde el Ayuntamiento de la capital almeriense seguiremos defendiendo aquí y en los despachos de Madrid una financiación justa. Adif tiene la pelota en su tejado y Almería espera una respuesta. Y la espera ya.