Ahora toca caminar

Los beneficios van mucho más allá del corazón, las articulaciones y los músculos

Y A pasaron las navidades y las copiosas comidas y cenas de amigos y familiares. Ya quedan en la lontananza del tiempo lo mucho que se ha comido y bebido. Los chascarrillos "sin gracia" del cuñado gracioso de turno y las salidas más de lo normal.

Ya va siendo hora de ver en nosotros la importancia de mantenernos activos. "Quien mueve las piernas, mueve el corazón". Este famoso eslogan de los años 80, creado para promocionar la primera bicicleta estática que apareció en España y, con ello, de paso estimular a la sociedad a realizar algo de ejercicio, en especial a los que pasaban demasiado tiempo sentados, esté hoy más vigente que nunca.

En una de sus citas médicas, Roger Ebert, el crítico de cine más popular de los Estados Unidos, muchos meses antes del óbito, salió de la consulta de su médico con la siguiente receta sanitaria: caminar. A partir de ese momento, Ebert se ponía de meta "andar cada día 10.000 pasos", con la misma disciplina con la que tomaba sus medicinas. No es un caso aislado. Muchos facultativos están prescribiendo a sus pacientes dar buenas caminatas. No es una pseudoterapia. Es ciencia. Es salud.

Hoy día está absolutamente demostrado que la inactividad física es un importante factor de riesgo coronario. Un hábito de ejercicio regular y dinámico, es decir, que implique desplazamientos más o menos largos, puede mejorar la función cardiovascular y prevenir la aparición de los temibles infartos.

Los beneficios van mucho más allá del corazón, las articulaciones y los músculos. También mejora el riego sanguíneo del cerebro y lo mantiene a salvo del temido ictus. El impacto del pie en el suelo mientras se camina, envía ondas de presión a través de las arterias que aumentan de forma muy significativa el aporte de sangre al cerebro. Quizá, por ello, a algunas personas se les ocurran las mejores ideas mientras caminan. Ya sabe, amigo lector, al caminar mueve las piernas, el corazón y también el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Son consejos de un amigo y cardiólogo de prestigio, que, "entre la pandemia y la opulencia de las celebraciones navideñas tenemos olvidado el mantenernos activos".

Es bueno para personas sanas y también para aquellos que comienzan a tener cierto deterioro cognitivo. Adelgaza más que correr o ir al gimnasio, no cuesta dinero, se puede hacer a cualquier edad y mantiene en forma el cerebro. ¿Se puede pedir más?

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