Alerta Cagona

Es bastante más que incívico el comportamiento de quienes evacuan es piscinas públicas y hasta promueven un reto viral

Una plaga maldita quizás parezca la invasión de algas asiáticas, sobre todo en playas cercanas al Estrecho, con una descomposición pestilente, ocupadas muy extensas superficies, además de afectada la fauna porque, hasta los cuarenta metros de profundidad, llegan a formar densos telones, toman el fondo marino y las zonas rocosas, alteran el hábitat de especies autóctonas y ahuyentan a los veraneantes con los consecuencias y efectos que ello acarrea. Un estropicio por la coyuntura de intensas tormentas y fuertes corrientes marinas, además de por el estado de los saneamientos y vertidos, resulta también la prohibición de los baños en aguas afectadas por altos índices de bacterias fecales resistentes a las mareas. Y una guarrada, en términos más propios de los puercos que son dados a ello, la de defecar en piscinas públicas para que floten sobre aguas mucho menos abiertas tan escatológicas evacuaciones -vamos, mierda y mojones sin eufemismo-.

Por si fuera poco, puede convertirse en "reto viral" este comportamiento mucho más que incívico y circular por las redes todo un muestrario de asquerosidades flotantes que espantan a la concurrencia, como ocurre cuando la aleta de un tiburón despistado aparece cerca de una playa; si bien con expresión de asco, más que de miedo, y con el cagón anónimo que suele pasar desapercibido hasta que vuelva a aliviarse otra vez para irritar a los bañistas y recoger pestosos me gusta en las redes sociales. De ahí que se haya activado una "alerta cagona", en algunas piscinas públicas, que obliga a desalojar el recinto, extraer las deposiciones y tratar las aguas durante al menos un día.

Bien está que una parte de la fisiología estudie los excrementos, como hace la escatología, aunque este término también aluda a la menos científica, por más trascendente, materia de las creencias y doctrinas sobre la vida de ultratumba. Y que del estudio de los excrementos se obtengan conocimientos sobre el animal -téngase en su amplio sentido- que los depuso. Incluso que los trasplantes fecales puedan alargar la vida o remediar esa enfermedad rara del envejecimiento prematuro, a los pocos años de nacer. Cabrá también compadecerse de quienes padezcan la coprofilia, por ser un trastorno mental propio del fetichismo que lleva a la excitación sexual producida por las heces. Pero los cagones de piscina deberían practicar la coprofagia, ingerir aquellas con cloro y después clicar me gusta.

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