Me he cambiado a trabajar en el centro de Almería. Ser alguien que se traslada allí y no que se va de allí, debería ser motivo suficiente para que, en el próximo día del Pendón, el alcalde me invitase poco menos que ser yo el que llevase la bandera. Ahora puedo comprobar cada día si es verdad que languidece el centro de la ciudad y si funciona lo que se propone para recuperarlo.

Me planteo esta duda porque he visto el video de la concejala de Podemos paseando por un centro desolado, donde todo se alquila y, también, la nueva obra del Paseo que sustituye aquello de lo de los dibujos en el suelo. No tuvo éxito porque los ciudadanos mantuvimos el temor a bajarnos de la acera y ser arrollados por algo y hacer nuevas formas, pero con nuestra sangre. Ahora han dejado un solo carril para los coches, separado de la nueva obra por una cantidad realmente notable de jardineras. Veremos el final, pues supongo que el final no será como ha quedado hasta ahora.

Lo del video está bien. Se ve preocupación por la situación y en su comunicado he leído ideas para solucionarlo. El Ayuntamiento debería aceptar con agrado que haya ideas. A veces pareciera que les molesta. No creo, sin embargo, que debamos lamentar tanto que se haya ido Zara del Paseo como, quizás, los remedios que se ofrezcan. Lo que he leído va de subvencionar: el alquiler, también llamado limitar los precios; las actividades tradicionales, sea lo que sea eso y, por último, la cultura de calle -con el apellido de calidad que es muy de izquierda alternativa- Aplaudo entusiasta la cultura interseccional pero, por favor, que no sean ni mimos ni malabaristas de bolos.

Volviendo al tema subvención, que alguien situado dos calles más allá podría llamar competencia desleal, evitemos importar el modelo Deplhi. Es esa empresa multinacional que recibió todo tipo de ayudas y subvenciones para instalarse el campo de Cádiz. Terminada la subvención se fueron. Este es un dato importante, pues veo que en lo de reactivar el comercio del centro se están olvidando, ya les digo, de los clientes y sin esa parte, terminada la subvención, cerrado el negocio.

La solución no es fácil y en estos tiempos de restricciones por la pandemia lo es un poco menos. Sin embargo, es ahora cuando habría que hacer los cambios y, sobre todo, ¿No habría que pensar en los consumidores? Cuando queremos potenciar el comercio, el asunto cliente es importa. Básicamente porque sin clientes no hay comercio. Hasta ahora, solo he oído como potenciar a los comerciantes pero no como atraer a los consumidores.

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