El pasado día 2 de junio, se presentó en el Patio de Luces de la Diputación Provincial el número 32 de la revista Almería Cofrade, editado por la Agrupación de Hermandades y Cofradías bajo el rectorado de Encarnación Molina Hernández. Un añorado sueño que se hizo realidad allá por octubre de 1997 bajo la presidencia de Manuel Martínez Ramírez, y que con este último número cumple esta revista literaria y fotográfica el XX aniversario desde su implementación.

El espíritu cofrade y de comunión eclesial ha regido en estos 20 años, no variando desde aquel primer consejo de redacción integrado por Rafael Rodríguez Puente, Francisco Javier Martínez López y Manuel Vicente Barranco Rodríguez hasta el actual integrado por Domingo Carmona Martínez, Manuel Guerrero Manrique y Ginés Valera Escobar. Ha sido un largo caminar de peregrinación cofrade, desde aquel primer número que vio la luz para que fuese testimonio fidedigno y notorio de nuestro fervoroso y devocional catolicismo popular.

No es nada fácil mantenerse veinte años en una ciudad como Almería, milenaria e indaliana, pero se ha conseguido con el esfuerzo de arrimar en cada momento histórico el hombro con pasión, estando en el convencimiento que seguirá siendo la revista Almería cofrade, la tribuna literaria y fotográfica que contribuirá como medio de apostolado a fomentar la esencia de la piedad popular, la Palabra del Evangelio incardinada con belleza plástica en ese Señor de la Vida y la Esperanza, que todos los años esperamos con anhelo nazareno desde el penitencial Sábado de Pasión/Domingo de Ramos hasta el triunfal y mariano Domingo de Resurrección. Recordar, que la dirección espiritual de esta revista religiosa estuvo a cargo del canónigo archivero Juan López Martín +, canónigo Manuel Pozo Oller y, actualmente, por el Delegado Episcopal José María Sánchez García, así como del que fue presidente José Antonio Sánchez Santander, sucediéndole en el oficio Encarnación Molina, quien con sentido ascético de austeridad y sobriedad ha continuado magistralmente a puro y debido efecto la revista, la cual se creó con motivo del L aniversario de la constitución episcopal en 1947 de la Agrupación de Cofradías, sirviendo estas líneas amanuenses con la luz del Sol de Villalán para felicitar a cuántos obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, cofrades e instituciones han coadyuvado a su pública materialización.