Oopinión

Ivan Garrido Jorquera

Almería, icono de patente

Las patentes o pasaportes de sanidad fueron documentos jurídicos empleados en los siglos XVIII y XIX

Las patentes o pasaportes de sanidad fueron aquellos documentos jurídicos empleados en el pasado, especialmente durante los siglos XVIII y XIX, para proteger a la población de las diferentes epidemias y garantizando así la sanidad de los puertos. Con el fin de que la llegada de barcos procedentes de otras ciudades no contribuyese a la propagación de enfermedades, cada ciudad portuaria emitía una patente de sanidad que el buque en cuestión entregaba en destino, y que certificaba que los individuos que componían la tripulación se hallaban sanos. Aunque las patentes hace tiempo que cayeron en desuso, los tiempos presentes y la pandemia que sufrimos, ponen, si cabe, aún más de actualidad estos originales documentos históricos, normalmente conformados por una página encabezada por un grabado representativo de la ciudad emisora, y que Antonio Gil Albarracín (Almería, 1953) rescata en su nuevo libro "Visita a los puertos españoles de los siglos XVIII y XIX".

El conjunto de grabados, realizados por un amplio elenco de artesanos y artistas de diferente habilidad, reúne una amplia muestra de imágenes, prácticamente desconocidas, de aquella España en la que combinando vistas de pájaro, heráldica y santoral (cristiano y pagano) generaban escenas neoplatónicas sorprendentes, junto a alegorías que ensalzaban la actividad económica portuaria a través de la agricultura, la navegación o el comercio. Entre los treinta puertos españoles incluidos en esta obra, encontramos el de Almería, que cuenta con una patente de sanidad, reproducida y comentada en sus páginas. Actualmente custodiada en el Archivo Histórico de Barcelona y emitida el 7 de septiembre de 1816, en la misma podemos observar la bahía almeriense y la parte oriental de la muralla, que formaba parte de la cerca abaluartada que cerraba por levante la plaza, entre la Puerta de Purchena y la muralla del mar. En dicha vista de pájaro también se pueden apreciar tres torres, dos en llanura y la otra en el cerro de la Testa, aunque en realidad se trata de una representación un tanto idealizada de las que existieron de dicho tramo del litoral de la bahía, pues en la fecha en que fue emitida esta patente parte de las defensas de la ciudad se hallaban destruidas, y por tanto, inoperantes. A consecuencia de ello, y de la especulación urbanística, cuatro décadas más tarde sería aprobada la demolición de buena parte de las murallas. La parte central del grabado está ocupado por la Virgen del Mar, sobre la que podemos leer la leyenda que resume el sentir de quien descubre la antigua Al-Marayyat "Dichosa ciudad de Almería".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios