Anadie escapa la importancia que el reciclaje tiene en la conservación del medio ambiente y la creación de un entorno más sostenible. No es tarea fácil, pero paso a paso vamos avanzando en un objetivo en el que el Ayuntamiento de Almería viene aplicando recursos y medios, promoviendo y potenciando en la sociedad almeriense el valor y la necesidad de reciclar, incentivando además la participación activa de la ciudadanía para mejorar la separación de los residuos y su posterior tratamiento en planta contribuyendo, en definitiva, a hacer de Almería una ciudad más limpia y saludable.

Por ello, desde el Ayuntamiento seguiremos fomentando campañas de concienciación, instalando más contenedores soterrados o, en el caso del vidrio, poniendo en marcha servicios como el de recogida 'puerta a puerta' en zonas de alta concentración hostelera y difícil acceso, como es el caso del Casco Histórico. En una ciudad de servicios como la nuestra, la cadena de reciclaje de este material tiene en la hostelería un especial peso y protagonismo y actualmente son 85 los establecimientos adheridos al sistema de recogida 'puerta a puerta', una iniciativa que iniciamos hace más de un año de la mano de Ecovidrio con excelentes resultados.

A esta decisión se suma la instalación, a lo largo del próximo año y en toda la ciudad, de doscientos nuevos contenedores para la recepción de estos residuos, atendiendo una demanda cada vez más generalizada en torno al reciclaje. Demanda que, en el caso del Centro Histórico, condicionado por la estrechez de muchas de sus calles, se resolvía el pasado mes de agosto con la instalación de seis cubre-cubos destinados al reciclaje de vidrio. Una medida pionera en Andalucía, cuyos resultados permitirán, a partir de este mes, ampliar en trece unidades más el número de estos elementos en el Casco Antiguo y extender su instalación al barrio de El Zapillo, donde se ubicarán cinco de estas unidades.

Se trata, en definitiva, de dar las mayores facilidades para reciclar y contribuir así a la mejora en la calidad de vida de la ciudad con un simple gesto que repercute en un beneficio ambiental y en el ahorro de recursos naturales.