Antiespecistas

Antes de seguir, queremos dejar claro que nos negamos a identificarnos con los cocodrilos o con el mosquito tigre

El palabro "antiespecista" ha llegado a nuestros oídos por primera vez con motivo de los asaltos a carnicerías, charcuterías y pescaderías de la vecina Francia (no tardará mucho en llegar aquí, porque las estupideces se difunden a velocidad ultrasónica). Los antiespecistas parecen ser una facción violenta de los veganos que, a su vez, son una escisión rigorista del vegetarianismo. Es igual que lo que pasó con los mojes: los cartujos fueron más allá que los benedictinos al considerar que estos habían incurrido en la molicie. La ortodoxia tiene estas cosas y siempre aparece uno más rigorista y "puro". El movimiento vegano fue una reacción ante esos vegetarianos laxos que comen hasta leche y huevos. Ignoramos lo que habrá movido estos nuevos antiespecistas, para dar un paso más allá y pasar a la acción directa. En esto hay tradición cercana: los animalistas hace tiempo que se dedican a repartir leña a los que no comparten sus opiniones, como cuando quieren salvar a los toros de lidia, aunque sea liquidando a los toreros y taurinos en general. De hecho, cuando un torero es cogido se alegran, vamos, no se alegran: se regocijan y recochinean aunque el objeto de su ataque sea un niño. El animal por encima de todo.

Por lo que se ve, el antiespecismo propugna la igualdad absoluta entre animales de todo tipo incluido el humano. Antes de seguir, queremos dejar claro que nos negamos a identificarnos con los cocodrilos o con el mosquito tigre. Mutatis mutandis, no sabemos por qué estos individuos dejan fuera de su ámbito de "protección" a los pobres vegetales; se ve que piensan que no tienen sentimientos. Y están muy equivocados. Sin ir más lejos, un gran poeta como Pessoa tuvo que romper una lanza por estas criaturas de la naturaleza: "…mis hermanas las plantas (…) las cortan y vienen a la mesa / donde, ruidosos los clientes / piden "ensalada", inconscientes / sin pensar que exigen a la Madre Tierra / su frescura y sus primeros hijos". Así que no tardará en aparecer un grupo que adelante por la izquierda al antiespecismo, que por algo creó Dios a los vegetales antes que a los animales, y no vamos nosotros a enmendarle la plana. Lo que no sabemos es como se llamarán estos nuevos enemigos de la raza humana. Al menos de los humanos que nacimos omnívoros y no tenemos los estómagos de las vacas para comer hierba.

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