Antigüedad en el paro

Este octubre, por primera vez en diez años, el paro de larga duración baja. El 24,5% se encuentra en esa situación

C ADA trimestre comparto en esta columna una mirada sobre el tiempo que los parados de nuestra provincia llevan sin trabajo. Una forma fácil de vaticinar la evolución del empleo. En Almería tuvimos una etapa, hasta octubre 2007; otra, de caída, hasta 2015. Desde ahí una recuperación que, ahora, con los datos de octubre ofrecidos por el Observatorio de Ocupaciones del SEPE llega también al paro de larga duración. ¿Por qué acceden a empleos? No es tan claro.

La clasificación del paro según tiempo de búsqueda de empleo se asemeja a vasos comunicantes. En el primero los que llevan menos de un mes parados; en el segundo los de entre uno y tres meses; después de tres a seis; seis a doce; entre un año y dos. Por último, los de más de dos años. Durante más de veinte años, hasta 2007, un tercio de los parados de Almería llevaba menos de tres meses sin trabajo. Explicado porque menos del 5% de los contratos que se firmaban eran indefinidos. Los parados de larga duración no llegaban al 10%. Avanzamos a octubre de 2012. Los parados de larga duración son ya el principal grupo de desempleados, un 19,30%. Lo peor, con todo, son los que le siguen, otro 19% que lleva entre uno y dos años, y el mismo porcentaje entre 6 y 12 meses. Estos vasos fueron vaciando sobre aquel.

La recuperación se inicia en 2015, pero no beneficia a todos por igual. Cuanto más tiempo en paro y mayor edad, menores posibilidades. Baja el desempleo en esos grupos intermedios y aumenta en los que llevan poco tiempo sin trabajo. Es decir, los vasos que alimentan el paro de larga duración se reducen. Para finales de 2016, uno de cada tres parados lo era de larga duración. Este octubre, por primera vez en diez años, el paro de larga duración baja. El 24,5% de los desempleados se encuentran en esa situación. Pero, ya solo un 13% está en el grupo de entre uno y dos años. Como además, nuevamente, uno de cada tres parados lleva menos de 3 meses sin trabajo, podemos adelantar que 2018 será, estadísticamente, un año de importante reducción del paro de larga duración. ¿La ironía? En ese grupo están los parados de mayor edad, por tanto su jubilación y una creación de empleo basada en contratos de corta duración, con su consecuencia de entradas y salidas del paro, eleva el número de quienes llevan poco tiempo sin trabajo. La estadística nos hablará de mejoría. La realidad no será tan agradable.

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