El medio y el ambiente

'Antonio Torres Heredia'

Prestarles demasiada atención a los políticos, es darles más importancia de la que tienen. Tienen poder, que es distinto.

Titulo así la columna por García Lorca (Federico), que seguía: " […] Camborio de dura crin, / moreno de verde luna, / voz de clavel varonil: / ¿Quién te ha quitado la vida / cerca del Guadalquivir? […]" porque me he acordado de Juanma Moreno, nuestro Presidente, ya que hace un rato he tenido que llamar a "uno de los del grupo de WhatsApp", para enterarme de qué estaba pasando en el grupo, porque los he notado nerviosos y desasosegados: la pantalla estaba llena de frases tales como "por qué han llamado a fulano y mi no, si yo soy mayor que él", "ese será un recomendao", "estará enchufao". Mi informante me ha dicho que lo que en realidad ocurre es que están como niños, nerviosos porque al hecho de estar contentos de no tener que ponerse la vacuna "barata", se une que los están avisando con pocos días de antelación para vacunarse, y eso es una falta de consideración, no sólo por los compromisos que ellos tienen, sino porque tienen que mentalizarse, ya que eso es más emocionante que ir a la farmacia a retirar "lo de la tarjeta del seguro". Además, tiene guasa porque con estas prisas según mi "garganta profunda" no tienen tiempo de escribir mensajes de este tenor: "pues me ha dicho fulano que a ti también te han llamado, ¿cómo es eso si tu dices que eres más joven que yo?"

El párrafo es igual de largo que nuestras habituales conversaciones telefónicas, y eso que yo soy, con diferencia, el menor del grupo; vamos, un niño a su vera. Digo esto porque Paco, uno de los del grupo que dice que es un chaval, se juntaba, durante la campaña de la uva, con Modesto Ruiz Roca, mi suegro q.e.p.d., que era exportador, a comer choto en ca' El Molinero de Alhama. ¡Pues no me salen las cuentas de su edad!

Y ¿qué pienso yo de todo esto?: pues que así es como hemos encarado siempre las malas rachas por aquí abajo. Echando mano de la ironía y el sarcasmo, a veces, incluyendo la crítica sin palabras ofensivas ni malsonantes, pero sin callarnos.

Lo cierto es que todos están ansiosos por vacunarse para poder seguir volviendo locos a los médicos, jurándoles que ellos hacen dieta estricta y no dejan de tomarse ni una pastilla.

Y es que, aunque a los médicos y, en general, a todos los de la salud, les digamos "mentirijillas", ellos saben que los queremos, y esta es nuestra manera de torear al c… del bicho, poniendo "a mal tiempo, buena cara".

Prestarles demasiada atención a los políticos, sería darles más importancia de la que tienen. Lo que tienen es poder, que es distinto.

Así que ¡3 hurras por los de la salud! que son los importantes.

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