Arrugas

Al rebufo de un entierro siempre nace un oportunista. ¿Quién dijo, no recuerdo? En España enterramos muy bien

Al rebufo de un entierro siempre nace un oportunista. ¿Quién dijo, no recuerdo? En España enterramos muy bien. En vida jamás les hacemos caso, hojeamos una reseña, un titular, una foto. La ministra de algo es llamada a discurso y los ujieres de bocamanga ribeteada le asisten los folios mecanografiados en word por los escribanos del poder. Activa el atril, ha muerto Margarita Salas, ¿quién?, una científica, una científico, un científico, un@ científic@, una mujer científico, científica, científic@, mujer. El coach apunta, resaltemos su lucha por la igualdad. Yo he leído y oído poco sobre Margarita Salas, discípula de Severo Ochoa, paciente de todas las miserias científicas que venera este país como homenaje al siempre citable Ramón y Cajal, los cuatro duros para la ciencia y que el investigador se compre él mismo el microscopio. Receptora de esa igualdad que se ha inventado el año pasado pero ya en el año del catapum, ella y su marido, Eladio Viñuela fueron condiscípulos de Severo Ochoa sin diferencias, aspavientos, proclamas, o discursos. Pero la ministra de algo incide en su legado no científico (eso da igual, a ver cuando ha dado votos que usted descubra la penicilina) y a falta de datos innecesarios que no es necesario buscar ya que es más fácil y más provechoso configurar (inventar u orquestar son palabras feas). Margarita Salas es ahora una luchadora por la igualdad de las mujeres y hombres científic@s. Probablemente no encontrara usted ninguna manifestación, entrevista o declaración en la que Margarita Salas reivindique el papel de las mujeres en la ciencia, o reivindique cuotas o derechos y es más probable que ni se moleste en buscarlas. Y lo más probable aún es que no haya recorrido los extensos obituarios impresos para escudriñar y comparar datos e información innecesaria. Es preferible configurar a la Margarita Salas ejemplo de la lucha de la mujer contra la preferencia de los hombres en la ciencia. A la ministra un coach becario le dice Margarita Salas por lo que sí reivindicó, peleo y luchó por mejoras los exiguos fondos que el estado de dedicaba a la ciencia y a la investigación y que demasiada buena ciencia se hace para los recursos de que se dispone. Ejem, dice la ministra de algo, a ver cuando ha dado votos que se dediquen una ingente partida del presupuesto a la investigación. Mejor lo de la igualdad. Empezamos, ujier, ponga el vaso de agua.

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