Carta del Director/Luz de cobre

Ave de palustre y talocha

La irrelevancia de las obras del AVE con Murcia se percibe en los gastos, pequeños, y en los trabajadores, escasos

Casi 590 millones de euros contemplan los Presupuestos Generales del Estado de 2021 para las obras del AVE que algún día nos conectará con Murcia. Para alguien que desconozca el "martirio" que esta obra está suponiendo para los que aquí habitamos y acabe de subirse al carro de la información, se puede creer que la cifra se ajusta al compromiso del Gobierno con esta tierra y que se cumplirá a rajatabla lo pactado.

Nada más lejos de la realidad. Ha transcurrido ya medio año y sólo con dar una vuelta por los distintos tramos adjudicados o licitados por el ejecutivo de Pedro Sánchez, lo que se percibe es la soledad de cuatro albañiles con palustre y talocha, tratando de hacer algunos pasos de agua en pequeños barrancos y alguna máquina niveladora, que ha sido capaz de pasar por donde un día irán las vías para limpiar el trazado de matas y malas hierbas. Pero como ha habido un buen año de lluvias, o al menos han llegado en los meses adecuados, la vegetación de temporada ha tardado poco en volver a forestar el camino despejado por los amigos de la propaganda, para desmentirlos una vez más.

No les quiero cansar con cifras y datos de cada uno de los tramos adjudicados, el coste y el grado de ejecución. Dos detalles para que usted, que esta mañana está leyendo este artículo, sea capaz de estructurar una opinión coherente,con contenido y ajustada a la realidad: el primero hace referencia a las expropiaciones. Hace unos días el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba las relativas a uno de los trechos, una situación que ya se daba hace unos años cuando el Gobierno era de signo contrario al actual. Volvemos a incidir en un capítulo del libro ya sabido, parece que con la única intención de mantener el pulso de cara a la opinión pública y la tensión de los aduladores de turno, en la creencia de que las obras siguen su curso. No real. El segundo elemento de juicio se manifiesta en la irrelevancia de unos trabajos en los que los gastos son ínfimos, con la sola idea de evitar la crítica de un nuevo parón de las obras.

La conclusión es sencilla. Aquellos que nos vendieron a bombo y platillo la inversión, les faltó la banda de tambores y cornetas en el anuncio, nos han vuelto a mentir. Otra paparrucha que sumar a las trolas que cada año se incorporan a un proyecto que Rodrigo Rato, -miren ustedes donde está- ya nos vendía en los últimos años del siglo XX como una realidad para los Juegos Mediterráneos de 2005.

La farsa continúa en una obra de teatro, en la que el público -todos los almerienses- y algunos de los actores -aquellos que dicen defender una y otra vez su tierra-, junto con el aderezo y palmeros (clá), persisten en mantener vivo un cuento para incautos, en el que la bola cada vez se hace más grande, a la espera de que llegue el maná en forma de euros de la Unión Europea. Hasta entonces, sólo superchería.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios