BÁRCENAS Y LAS GENERACIONES PERDIDAS

No podía dar crédito a lo que leía, nunca había sido tan consciente como hoy de que nada había cambiadoGracias Bárcenas por dejarnos ver que esas generaciones no participamos en la creación de lo que hoy nos lastra

Luis Bárcenas ha querido añadir algo más de ritmo a este trepidante 2021 con una doliente confesión hecha desde el dolor de la traición sufrida y la imposibilidad de brindar la protección prometida. ¡Leña al fuego 2021, que solo estamos en febrero!. Y una vez leída la confesión, he de decir que me ha parecido más esperada que impactante, salvo por una frase: "una España en la que todo valía". Casi nada. ¡Cuántos de nuestros males se entienden con esa frase y cuánta de nuestra debilidad se la debemos a esa grosera España! Una frase que, además de parecerme tremenda, me ha tocado el alma, porque esa España en la que Luis Bárcenas se justifica comienza a formarse, según su relato, en los pasados años ochenta, y esa década es la década de las primeras generaciones perdidas de esta sociedad; las que hemos heredado los perversos efectos de la locura universitaria de este país, la barra libre de Universidades, el desprestigio de la formación profesional y la progresiva disminución de nuestra industria; las que, aún trabajando, viven en casa de sus padres o comparten piso con otros trabajadores porque tienen la mala fortuna de residir en ciudades donde la vivienda es el mayor de los lujos; las que, con suerte, nos hemos hipotecado para toda la vida y por un porcentaje de nuestros ingresos que, en aquellos años 80, sonaría a broma de mal gusto; las que tenemos menos hijos porque la vida no nos ayuda a atenderlos; las que oímos historias que cuentan que antes se podía "entrar" en un banco de botones y acabar de director de sucursal o que, sin excepción, las profesiones liberales permitían vivir sin preocupaciones económicas; las que fuimos golpeadas sin piedad por la crisis económica mundial del 2009 y las que serán golpeadas sin piedad por esta nueva crisis; las que bromeamos con las pensiones que nos van a quedar; las que hoy tendrían verdaderos problemas para cuidar de unos padres dependientes porque la vida tampoco ayuda en esto; las que no vamos a poder ignorar a ese elefante en cacharrería llamado cambio climático ni al reto de la inmigración ilegal; a las que nos quieren vender que todo lo demás no nos debe importar demasiado porque vivimos en un momento donde los billetes de avión son superbaratos, se puede comprar sin salir de casa, reinventarse es super chic y la tecnología nos hace libres; las que tantas cosas...

Gracias Luis Bárcenas por dejarnos ver que todas esas generaciones no pudimos participar en la creación de lo que hoy nos lastra, pues ni habíamos llegado a este mundo cuando todo empezó a valer, porque tenerlo claro es la única forma de recuperar lo que nos han robado y explotar, con lealtad, las grandes posibilidades que tiene este país.

Los youtubers de esas generaciones que se mudan a Andorra podrán ser muchas cosas pero no son los traidores, los traidores les triplican la edad.

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