URGENTE Pedro Sánchez se retira de la vida pública hasta el 29 de abril para pensar si seguirá de presidente del Gobierno

Ya están aquí

El nuevo gobierno andaluz pretende cargarse la sanidad pública, erosionándola desde todos los frentes

El brote de listeriosis, que ha dejado hasta el momento tres fallecidos, seis abortos y más de 200 enfermos, demuestra hasta dónde pueden llegar las consecuencias de una gestión política irresponsable. El consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, debería haber dimitido ya, no sólo por la nefasta gestión que está realizando de este problema (recordemos que, al llegar al cargo, una de sus primeras decisiones fue desmontar la Secretaría de Salud Pública), sino básicamente por haber puesto patas arribas el sistema sanitario andaluz. Basta con echar un vistazo, por ejemplo, a lo que está ocurriendo con las listas de espera. Según datos oficiales, en la provincia de Almería, a 31 de julio, había 6.057 personas a la espera de ser operadas en Torrecárdenas. Un año atrás, la cifra era de 4.815, lo que revela que las listas de espera de nuestro hospital de referencia han aumentado en más de 1.200 personas.

También han aumentado los almerienses que están esperando a ser operados fuera de plazo (1.800) y los que padecen una patología grave (1.000). De hecho, estos últimos están siendo postergados, ya que la nueva directriz es que se les dé prioridad a las operaciones más sencillas, para hacer más en menos tiempo.

Otro dato preocupante es que, en los últimos meses, en nuestra provincia han aumentado en 1.000 los pacientes que han salido de las listas de espera sin ser operados, lo que indica que o han fallecido o bien han acudido a la sanidad privada, a la vista de los plazos que se manejan.

A estas esperas se suman otros retrasos también sonoros, como el del Hospital Materno-Infantil de Almería. Este nuevo hospital, que el anterior gobierno del PSOE dejó prácticamente listo, sigue cerrado al público. Según hemos podido leer, la Junta ya ha admitido que, al menos, hasta 2020 no piensa abrirlo, entre otras cosas porque no van a realizar la recepción de las obras hasta diciembre de este año. De la misma manera, nada se sabe ya del segundo hospital del Poniente previsto en Roquetas de Mar, del nuevo centro de salud programado en Huércal Overa o de la ampliación del Hospital de El Ejido. No faltan muestras, como ven, de lo que venimos avisando: el nuevo gobierno andaluz está decidido a cargarse la sanidad pública andaluza, erosionándola desde todos los frentes posibles. Y esto no eran temores infundados, las evidencias ya están aquí.

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