No es para tanto. Me refiero al circo que se ha montado a raíz del decreto ley sobre las medidas de ahorro de la energía. Se trata simplemente de cumplir con el acuerdo de la UE para reducir el consumo de gas un15%, con la particularidad de que para España la rebaja será de un 7%. El presidente del PP ya lo estaba reclamando cuando dijo. "Me parecen bien los planes de ahorro energético que señalan límites para activar los aires acondicionados y límites para activar en invierno la calefacción debemos bajar el consumo energético innecesario…" Es precisamente lo que ha hecho el Gobierno mediante un decreto ley que establece para los aires acondicionados entre 25 a 27 grados según los casos, y 19 grados para la calefacción. Así mismo establece que los comercios cerrados apaguen la luz a las diez de la noche. En cuanto a la temperatura, no ha hecho otra cosa que no sea reconocer lo que ya estaba estipulado en la legislación sobre riesgos laborales. Y sobre la luz de los escaparates, sólo hay que darse un garbeo por cualquier ciudad para comprobar que no son tantos los que permanecen encendidos después de esa hora. Pero como por encima de los acuerdos de la UE, de lo que reclama Nuñez Feijó, de las Leyes de Riesgos Laborales y de la Biblia en pasta, está la política del no a todo, les faltó tiempo a la líder indiscutible del PP, Isabel Díaz Ayuso, para decir que en la Comunidad de Madríd esa ley no se iba a cumplir, y a Núñez Feijó para agachar las orejas. Faltaría más. Como se ha dicho todo lo que se tenga que decir sobre el tema, me quedo con lo que yo apunté al principio, no es para tanto, y me voy a referir sólo a un comentario que me ha dejado perplejo. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid Enrique Osorio ha dicho que si un comerciante apaga la luz durante diez segundos ha cumplido la ley porque, según él, el real decreto no determina cuanto tiempo se tiene que mantener el escaparate apagado. Es de sentido común que si se ordena apagar la luz a las diez de la noche, se da por hecho que permanecerá apagada hasta que las circunstancias lo requieran. Debe ser que en el mundo del señor Osorio cada vez que, por cualquier circunstancia, se ordena apagar luz, se añade el tiempo que debe de permanecer apagada. Fuera de bromas, antes de abrir la boca debería de haberse leído el decreto que, en el artículo 29, señala que el alumbrado de los escaparates deberá mantenerse apagado desde las 22 horas. Eso, mantenerse.