Tranquilos, me refiero a barras de pan y estrellas Michelin, no al himno del futuro reino de Mr. Trump. Como cada año, a finales de noviembre se ha presentado la nueva edición de la guía roja, con gran repercusión mediática. Aunque solo fuera por eso, por la difusión, sería importante para los restaurantes -y para el turismo- recibir una estrella. Andalucía no pierde ninguna y gana la de Noor en Córdoba, un local abierto por Paco Morales hace apenas un año, aunque Paco tiene un largo currículo que incluye varios años en El Bulli y Mugaritz. Hace una valiosa recuperación de la cocina árabe del Califato, transformada radicalmente y con numerosas "transgresiones". Ángel León acaba de presentar una sorprendente luz comestible en Harvard y en otros foros internacionales. El menú "Luz del mar" estará en Aponiente en abril de 2017. Igual le lcae la tercera estrella. Todo esto es una buena señal, porque hubo años en que nos quedamos con una sola (Tragabuches) y hoy la más antigua es la de La Costa, en El Ejido, que la obtuvo en 2004. La renovación ha sido a fondo y el presente se presenta esperanzador. En Almería tenemos otra en El Puerto de Roquetas, Alejandro, doblemente meritoria porque el patrón lleva tres años fuera de España (ver en facebook Candela-Romero el ronqueo del atún que hace Ale en México). En Roquetas se sigue comiendo de maravilla, con servicio de alta escuela y a precios muy razonables. Hasta el pan es de los mejores que he probado. Se lo hace una panadería ecológica de Alhaurín. Y es que no sólo de estrellas vive el gourmet. El pan es esencial, igual que el vino o el café. Como ese pan de Alhaurín no se vende en Almería, que yo sepa, les recomiendo uno de masa madre que están haciendo en Felix y lo tienen los jueves en La Tiendecilla, en la calle de las Tiendas. Guardado en el frigo, envuelto en papel de cocina y metido en una bolsa de plástico, dura una semana en perfecto estado. Vayan temprano que se agota. Otro nuevo pan de calidad -y sin gluten- es el de "beauty bread" de Sana Locura (Madrid), hecho con maíz, chía, semillas de cáñamo y aceite de oliva, con una especial fermentación de más de 18 horas. Es verdad que ni el de Alhaurin, ni el de Felix, ni el de Madrid son barras, sino hogazas, pero es que así me queda más gracioso el titulo.