La tapia con sifón

Berenjenas camufladas

Llevamos unos días recibiendo noticias y recomendaciones preocupantes sobre la escasez de algunos productos

Llevamos unos días recibiendo noticias y recomendaciones preocupantes sobre la escasez de algunos productos. Confieso que me las venía tomando con cierto escepticismo, dada la reconocida afición sensacionalista de muchos (¿casi todos?) los medios de comunicación. Pero la dura realidad se ha impuesto. Me ha dado de lleno: llevo más de treinta años comiendo con mis amigos todos los sábados a mediodía y sin parientas. No lo digo por presumir, sino porque estoy comprobando que ya están casi completos los libros de reservas de bares y restaurantes para buena parte de diciembre. El personal, lo mismo que agotó el papel higiénico y la harina durante el confinamiento, o que ahora El Corte Inglés tenga que racionar las "playestesion", se ha lanzado a copar todas las sillas disponibles en nuestro sector hostelero, que no son pocas, por cierto. También lo han estado estos meses últimos, y con colas en la calle esperando turno para sentarse. El último puente ha sido espectacular; ahora está la cosa algo calmada pero, por lo visto, solo están cogiendo impulso con vistas a las Pascuas.

Para los que no consigan mesa en esas fechas, siempre quedará la opción de cocinar en casa, como cuando el confinamiento obligado. Lo bueno es que el otoño nos trae multitud de productos interesantes. Y el fresquito ayuda a desear comidas de cuchara. Ya sabemos que muchísimas personas -no solo los niños- son enemigas declaradas de verduras y hortalizas, pero hay formas de "colárselas". Mi último truco ha sido meterles berenjenas a las croquetas. Las de jamón las hago según la receta que me pasó Andrés Madrigal: 1 cebolla pequeña muy picada en 75 g de aceite y mantequilla, a fuego muy lento 10 minutos; se añaden 100 g de harina y se cocinan 8 minutos; se echa un litro de leche y se sigue superlento media hora. Fuera del fuego se mezclan 80 g de jamón ibérico y un huevo duro, ambos picados, sal, pimienta y nuez moscada. La leche se hierve previamente con un hueso de jamón ibérico: se ponen 1,3 l y se reduce a un litro. Mi aportación verde: cuezo en el microondas una berenjena grande, la pelo, la pico muy fina y la añado a la sartén 10-15 minutos antes de apartar la masa del fuego. Se las comen "doblás". Un enemigo jurado de lo verde, ya mayorcico, cuando le dije que estaba comiendo berenjenas, contestó: es igual, como no las veo.

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