Bingo

Nunca he entrado en un bingo y dios sabe que no seré yo el que eche la moralina en la copa del binguero

Leo textualmente en la prensa: Almería tendrá el bingo más sofisticado de toda Andalucía. Para mí el juego sólo puede tener un sentido literario o cinematográfico pero cuando bajas a la realidad, como el crimen cuando es de verdad, el mito desaparece y se hace vulgar, ruin, crematístico, peligroso, pozo de adicciones, cuneta de desdichas y antro de tiempo perdido. Nunca he entrado en un bingo y dios sabe que no seré yo el que eché la moralina en la copa del binguero, o la binguera, pero si alguien piensa que tener el bingo más sofisticado de Andalucía es algo relevante, demos larga vida a lo superficial y hagamos duelo por aplaudir lo que no sirve para nada. Es el ocio malentendido, como el no hacer nada de los que no hacen nada. Yo he jugado al póquer mentiroso con dados en el Colegio Mayor, y tenía su aquel, su mundo, su magia. Los abuelos que perennemente juegan al dominó en el bar con el chato de vino tienen su rito y su filosofía cuando acarician los bordes de cada ficha, el vicio no es vicio, no se juega el dinero, si se juega se juega el chato de vino y las horas, la conversación, la charla, el exabrupto contra el político de turno, el alcalde, el devenir, el tacto del marfil y el aguardiente de tasca sucia. Hasta el pensionado más castigado tiene para su chato y su partida, su mesa y su silla y hasta su boina pero al bingo no van los de las pancartas, no sé ni quién va porque no he ido nunca pero me imagino señores de corbata y señoras de visón a pulirse la pensión de lujo y no me parece mal, pero lo siento, no tiene película. Puede tener película el perdedor, el que se arruina con el juego, con el póker, joder, qué peliculón el rey del juego, las luces, los ojos, las bajas pasiones, pero en el bingo no la veo, no veo la novela, no veo la película. No veo el guion, no veo el storyboard, veo al Vázquez ligando con bingueras, veo al Bukowski jugando a los caballos, pero no vayan al bingo buscando genios o locos (genio es cuando ganas dinero y loco es cuando no lo ganas). Y si no tiene película o novela es como una sucursal bancaria sin atraco, un almacén de papel sin incendio, una película del oeste sin caballos, un detective sin caso, un albañil sin burbuja. La realidad es realidad porque hay ficción, si no, no sería nada, como un cristal que tan limpio que nunca lo ves hasta que te estrellas con él y se hace pedazos el cristal, y te haces pedazos tú.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios